Tres meses. Ese es el tiempo que el paseo de una de las principales playas de Orihuela Costa, Cala Capitán, lleva cerrado a los viandantes por peligro de desprendimiento. Un problema al que no se ha puesto solución en todo este tiempo pese a que el litoral oriolano se encuentra sumergido en plena temporada turística y son miles los visitantes y vecinos que escogen esa playa para darse un baño o dar un paseo.

Las últimas lluvias que se produjeron en el litoral en el mes de mayo provocaron varios desprendimientos en el acantilado que rodea la cala. El Ayuntamiento informa de que cayeron piedras de un tamaño considerable que incluso marcaron el pavimento del paseo. En aquel momento desde el Consistorio se decidió acordonar la zona para proteger a las personas que normalmente utilizan este paseo y evitar que otro desprendimiento produjera algún accidente. A esta tarea se unió la de informar a la Dirección General de Costas para que tomara cartas en el asunto ya que esa franja es dominio público. Sin embargo, y según manifiestan en el Ayuntamiento, «el servicio de Costas no ha respondido aún a las notificaciones que hemos hecho».

En estos tres meses sin instrucciones del organismo, el Consistorio no ha podido acometer ninguna actuación «porque sin el permiso de Costas para evitar que haya más desprendimientos reforzando la zona, nos pueden sancionar», aclararon fuentes municipales. En este sentido, desde el equipo de gobierno indican que están a la espera de que «nos digan si se encargan ellos o lo tenemos que hacer nosotros pero hasta que no digan nada no podemos hacer ninguna mejora en la zona». Mientras reciben la respuesta, miles de turistas pasan cada día por la playa. Aunque la zona está acordonada y se anuncia que hay peligro de desprendimientos, esta protección sólo se encuentra en algunos tramos del paseo, por lo que no se impide que los bañistas accedan al camino por otra parte del mismo y el acantilado donde se produjeron los desprendimientos rodea este paseo. De hecho en el paseo se pueden ver piedras que probablemente se hayan desprendido a lo largo de todos estos meses por causas que se desconocen por lo que se trata de una zona muy peligrosa hasta que la Dirección General de Costas ponga una solución.