La diputada de Compromís, Mireia Mollà, consideró ayer que «a la Generalitat se le presenta ahora una nueva oportunidad para gestionar de manera sostenible los residuos que genera la Vega y evitar así la puesta en marcha de dos instalaciones que hipotecarán el futuro de la comarca, el macrovertedero de Albatera y la planta de Cox». Mollà explicó que «después de que el Consorcio del Plan Zonal XVII acordara el lunes que sea el Consell el que aporte una solución alternativa a la planta de Cox, el Gobierno valenciano tiene ocasión de dar marcha atrás en la propuesta para que se construyan estos dos vertederos». «La Generalitat, la Diputación de Alicante y los ayuntamientos de la Vega Baja deben admitir las nefastas consecuencias medioambientales, económicas y sociales que producirán estas instalaciones y, en este sentido, tienen la obligación de presentar una propuesta alternativa». Compromís propone que se construyan cinco microvertederos que permitan reciclar buena parte de los residuos. M. A. R.