El 15 de mayo de 2012 Monserrate Guillén perdió la votación para la aprobación de los presupuestos municipales, los primeros que presentaba como regidor y cifrados en algo más de 64 millones de euros, después de un largo proceso de discusión para poner de acuerdo en los recortes a concejales de tres partidos distintos (PSOE, Los Verdes y CLr-Claro). Once meses después de comenzar la legislatura y cuando sometía a estudio los futuros gastos de su gestión ya sabía que el pleno no le iba a dar su visto bueno porque entonces ya estaba en minoría. El concejal Bob Houliston había abandonado el ejecutivo local tras ser expulsado de su grupo municipal de CLr-Claro y había firmado un pacto con el grupo municipal del PP para dar la mayoría de votos a la oposición. A Guillén entonces no le quedó otra que convocar otro pleno de presupuestos dos días más tarde pero vinculado a una cuestión de confianza, algo que permite la legislación para gobiernos en minoría. El pleno se celebró, el regidor perdió y se abrió un plazo para que la oposición lograra los votos para echarlo, algo que éste sabía que era imposible porque Houliston había sido expulsado del grupo y su voto no podía servir para apoyarla. Hasta finales del mes de septiembre no logró la publicación de los mismos en el Boletín Oficial de la Provincia en un proceso que duró más de cuatro meses. M. A.