El equipo de gobierno que dirige el Ayuntamiento de Orihuela (PSOE y Los Verdes) pretende aprobar el próximo otoño unos presupuestos, los de 2013, que le garanticen la gestión presente y futura prácticamente hasta final de legislatura, en 2015 valiéndose de una argucia legal como es la posibilidad de ligarlos a una cuestión de confianza habida cuenta que el ejecutivo que preside el ecologista Monserrate Guillén sólo cuenta con nueve votos garantizados en el plenario y son necesarios al menos 13 para aprobarlo (la oposición suma en estos momentos hasta 16 posibles).

La decisión se ha acordado este mes y los concejales tienen de plazo hasta finales del próximo mes de agosto para presentar el proyecto de gestión de cada una de sus áreas y cuánto costaría a las arcas públicas. La propuesta llegaría a pleno en el mes de octubre; es decir, con el 75% del año concluso, y el proceso de plazos y de recursos consiguiente que se abriría no permitiría disponer de ellos prácticamente hasta ya entrado 2014.

Objetivo

A preguntas de INFORMACIÓN, la socialista Antonia Moreno, admitió que el proyecto ya está en marcha y que el objetivo primordial pasa por ajustar los ingresos reales a los gastos, ya que la crisis ha incrementado el número de impagados ante las arcas municipales y esa es una circunstancia que no pueden dejar pasar por alto.

En estos momentos el equipo de gobierno considera que es imposible sacar adelante proyectos o inversiones más que a través de transferencias entre las distintas partidas y todas las que quieren no son posibles porque las prohíbe taxativamente la legislación. Además, por ejemplo, la venta de suelo que se quiere promover en la costa el montante supera los 11 millones de euros se gestionaría a través del nuevo presupuesto sin cortapisas legales. Se ejecutarían proyectos como el de la remodelación de Los Andenes o el alcalde Guillén podría cumplir la palabra que dio en los presupuestos de 2012 para destinar los ingresos de las subastas de patrimonio de una forma ecuánime entre la costa (40%), las pedanías (30%) y el casco urbano (30%), algo que en estos momentos parece irrealizable.

Pero la presentación de un nuevo presupuesto también se prevé para corregir errores de bulto, como fue el destinar en Bienestar Social menos dinero para ayudas del que posteriormente ha sido necesario habida cuenta de cómo se ha ido complicando la situación social. Y así uno tras otro concejal tendrá la oportunidad de enmendar errores o hacer propuestas que en su mayor parte verían la luz realmente el año próximo.

Desde el equipo de gobierno también se considera más fácil poner de acuerdo ahora a nueve concejales de dos partidos (PSOE y Los Verdes) sobre las cuentas que a trece de tres (más CLr-Claro), como ocurrió en 2012, lo que supuso que prácticamente ninguno saliera contento del reparto acordado con el entonces edil de Hacienda, Juan Ignacio López-Bas.

Lectura

Y la decisión de presentar presupuestos tiene otra lectura más porque mientras el PP y Asun Mayoral planean una moción, el equipo de gobierno trata de dar la mayor sensación posible de normalidad y de querer acabar la legislatura. El bipartito es consciente de que, para el caso de que las cosas le salgan bien, será la última oportunidad que tiene de aprobar unos presupuestos con esta fórmula en lo que resta de legislatura.

Con todo ello, la legislatura 2011/2015 se cerraría sin que el pleno del municipio de Orihuela haya aprobado por mayoría ni una sola vez las cuentas. Eso si el PP no logra recuperar la Alcaldía tal y como en estos momentos está maquinando.