La Asociación de Jóvenes Agricultores (Asaja) de Alicante ha denunciado la «falta de responsabilidad» que a su juicio está demostrando la Comisión Europea a la hora de adoptar medidas de control a las importaciones que impidan la llegada de una bacteria que afecta de forma muy grave a la citricultura conocida como «Citrus Greening», una patología tan destructiva que arrasa en poco tiempo con todas las variedades de cítricos. La entidad calcula que, en caso de que llegara al campo alicantino, podría ocasionar pérdidas de más de 168 millones de euros, por lo que ha exigido que se multipliquen las inspecciones de los productos que llegan desde fuera de la Unión Europea para evitar que ocurra un desastre.

Fuentes de Asaja explicaron ayer que la plaga de «Citrus Greening» provoca amarilleamiento de las ramas de los cítricos, defoliación masiva, deformación de los frutos e incluso la muerte del árbol. Así, expusieron que pese a que se lleva investigando desde hace décadas, no existe todavía un tratamiento para combatir la enfermedad y la única solución se halla en la prevención.

Ortiz

Con el objetivo de defender la actividad citrícola de toda la provincia alicantina, que se concentra principalmente en la comarca de la Vega Baja, la eurodiputada del Partido Popular Eva Ortiz ha alertado en Bruselas del grave peligro de la llegada de nuevas plagas que afecten a los cítricos de la Unión Europea. Al parecer, la denuncia de Ortiz no ha tenido éxito hasta el momento puesto que, según el presidente provincial de Asaja, Eladio Aniorte, «a los agricultores nos han indignado las respuestas» que llegan del seno de la UE puesto que «defienden que las directivas ya establecen mecanismos de control y que están preparando otras medidas adicionales.

«Parecen no comprender que la situación es grave y que debe aplicarse el principio de reciprocidad sobre las importaciones, tal y como el sector lleva reclamando desde hace décadas. Por mucho que digan, el sistema europeo de control sobre las importaciones no es eficiente como demuestra la entrada de plagas devastadoras como la del picudo rojo», criticó el portavoz de los agricultores.

Desde el colectivo en defensa de los agricultores subrayaron que la bacteria del Greening se detectó por primera vez en China y ya está presente en 48 países de Asia, 53 de África, así como en países sudamericanos como Brasil o en Estados Unidos. Asimismo, añadieron que esta enfermedad se trasmite por yemas infectadas y por los insectos.