Cuatro personas han sido detenidas acusadas de haber provocado un incendio en la discoteca de San Isidro "Barlo 40 grados" para cobrar la indemnización del seguro, entre ellas el dueño del negocio, quien habría contratado a los otros arrestados para quemar el local a finales de octubre pasado.

Al parecer, el propietario del establecimiento siniestrado se puso en contacto con unas personas de Barcelona, a través de un intermediario, para que prendieran fuego al local, ubicado en el polígono industrial 'La Granadina', según han informado hoy fuentes de la Guardia Civil.

Esas personas se desplazaron desde la Ciudad Condal hasta San Isidro en un turismo propiedad de una de ellas para "llevar a cabo la acción", han explicado las mismas fuentes.

Tras incendiar la discoteca, los "contratados" huyeron en el mismo vehículo, aunque lo abandonaron más tarde en la población alicantina de Cox, a escasos kilómetros de donde se encuentra la discoteca, y siguieron parte del trayecto de regreso en el automóvil del dueño del establecimiento.

El coche abandonado precipitadamente en Cox fue localizado al día siguiente del siniestro y en su interior se halló documentación relativa al intermediario con el que se habría puesto en contacto el propietario de la discoteca para contratar a los autores materiales del incendio.

Los investigadores descubrieron que, unos días antes del suceso, las condiciones de la póliza del seguro del establecimiento habían sido modificadas sensiblemente, al declararse unas cantidades a asegurar notablemente superiores a las contratadas hasta entonces, sin existir nuevos elementos o efectos que así lo justificasen.

También comprobaron que los sistemas de seguridad anteriormente existentes en la discoteca, como las cámaras de vídeo-vigilancia y el dispositivo de alarma, habían sido retirados.

Una vez constatado que los efectos declarados como dañados en el siniestro no se correspondían con los encontrados dentro de la discoteca tras el incendio, se averiguó que se habían sacado del local el mobiliario y el material de sonido e iluminación, todo ello de gran valor económico, en fechas anteriores al siniestro.

En el transcurso de las pesquisas, que se han desarrollado durante más de siete meses, técnicos especialistas en investigación de incendios de la Guardia Civil desplazados desde Valencia detectaron la existencia de varios focos en diferentes localizaciones del conjunto de naves que formaban la discoteca, algunos de los cuales no habrían llegado a incendiarse.

Los detenidos, de entre 36 y 47 años, están acusados de los presuntos delitos de incendio de bienes propios, estafa y simulación de delito.

Tres de ellos han sido puestos a disposición del Juzgado de Instrucción número 4 de Manresa (Barcelona) y el cuarto, el dueño del local, del número 3 de Orihuela (Alicante).