Un superviviente del horror de los campos de concentración nazis. El almoradidense Manuel Mirete Andrés falleció el pasado 5 de mayo en Paris, ciudad en la que ha estado viviendo desde que fue liberado del campo de exterminio austriaco de Mauthausen, en 1945.

La Coordinadora de Asociaciones por la Memoria Histórica de la Provincia de Alicante (Coamhi) quiso ayer rendirle homenaje y recordar la figura de un hombre que luchó por defender los ideales republicanos. Fuentes de la asociación recordaron que Mirete Andrés, junto con Miguel Ruíz García, también natural de Almoradí, y Pedro Inocente, natural de Callosa de Segura, se exiliaron a Francia después de acabar la Guerra Civil. En el país galo se alistaron en el ejército con el fin de seguir luchando contra el fascismo, pero fueron apresados y conducidos hasta el campo de Mauthausen "por el simple hecho de ser españoles y republicanos". La estancia en el campo de concentración se alargó durante cinco interminables años hasta que fueron liberados por el ejército norteamericano el 5 de mayo de 1945. Recuerdan que ese día en la puerta del campo se colgó una gran pancarta que decía "Los españoles antifascistas saludan a las fuerzas libertadoras". Pero la liberación del campo no significó para los exiliados republicanos el final del conflicto, puesto que muchos de ellos nunca pudieron volver a su país de origen, regido por la férrea dictadura franquista, por lo que se instalaron en otros países europeos como Francia, lugar en el que echó raíces Manuel Mirete.

Homenaje

Desde la Coamhi quisieron ayer rendir homenaje a este hombre que, como tantos otros, no solo luchó en su patria en contra del franquismo, sino que también lo hizo en Francia y Alemania en contra del nazismo.

María Teresa Ruiz, hija del que fuera compañero de Mirete en el campo de concentración, Miguel Ruíz García, también almoradidense, recordó ayer el sentimiento de compañerismo y hermanamiento que mantuvieron los tres hombres de la Vega apresados en Mauthausen. "Mirete, tú has sido para mí como un segundo padre. No voy a hablar de tu muerte, porque en realidad, solo ha muerto tu cuerpo. Tú, Pedro y mi padre seguís aquí, porque vuestros valores, ideas y coraje siguen vivos en mí, en vuestros hijos e hijas", explicó.