Torrevieja soporta las carreteras más saturadas de tráfico de la provincia en función de su capacidad -sólo con un carril por sentido de la marcha- tanto en la red dependiente del Estado como en la autonómica, según los últimos datos de aforo de estos viales hechos públicos por ambas administraciones. Todos los accesos a la ciudad, tanto la CV-95, como la CV-905, además la carretera Nacional 332, competencia del Ministerio de Fomento, superan ampliamente la media de paso de 20.000 vehículos diarios.

En el tramo de la variante de la N-332 que circunvala la ciudad los registros se elevan a más de 30.000 vehículos diarios (33.300). Una cifra sólo superada en la Vega Baja por la autovía A-7 entre Alicante y Murcia en el tramo de Orihuela, pero con una diferencia sustancial: mientras que esta sección de la autovía cuenta con doble calzada, los conductores deben soportar en la variante torrevejense, de unos 8 kilómetros, un solo carril para cada sentido de la circulación. En este punto - situado entre el acceso a la CV-95 del Hospital y la desalinizadora y el cementerio de Torrevieja- las señales ya advierten además de que se trata un tramo de alta concentración de accidentes.

Desde hace años tanto la N-332 como la CV-95 están pendientes de la ejecución de proyectos de remodelación que no se concretan por falta de recursos económicos. La variante es el único tramo de la 332 entre Guardamar y Pilar de la Horadada que no está desdoblado, lo que provoca que se haya convertido en un clásico de la información de retenciones de la Dirección General de Tráfico en fechas punta, como Semana Santa, puentes y durante todo el verano. Para el Ayuntamiento de Torrevieja ha sido una prioridad reclamar la ejecución del desdoblamiento de este vial, aunque tras el relevo del gobierno central a finales de 2011 esas peticiones se han atemperado -prácticamente hasta desaparecer de la agenda- y, por ejemplo, en los presupuestos del Estado de 2013 no aparece partida alguna para desarrollar esta obra, que cuenta además con proyecto definitivo aprobado desde la legislatura pasada. Para duplicar el vial son necesarios más de 30 millones de euros y además debe hacerse integrando en paralelo el proyecto de evacuación de aguas pluviales para el casco urbano de Torrevieja -que de otro modo es inviable desde el punto de vista económico-.

Bloqueado está también el desdoblamiento de la CV-95 que registra el paso de más de 20.037 vehículos diarios, entre Los Balcones y La Veleta. En este caso se solapan en diez años proyectos que no se han concretado a la hora ampliar su capacidad. Inicialmente la carretera iba a ser desdoblada para dar servicio al Hospital puesto en marcha a finales de 2006, por el urbanizador del sector de La Ceñuela. Después se anunció que la autopista Orihuela-Torrevieja asumiría esa actuación, pero el proyecto, adjudicado por la Generalitat en 2007, está descartado por falta de financiación y una sentencia judicial, que como adelantó este diario, tumbaba el trazado, al no contar con estudio de impacto ambiental.

EL DATO

Doce rotondas en diez kilómetros

La mayoría de los visitantes que acceden a Torrevieja desde el centro de la península lo hacen a través del vial autonómico CV-905 -denominado popularmente como carretera de Crevillente-, porque es la única salida de la Autopista sin peaje que conduce a la ciudad turística a lo largo de unos diez kilómetros entre Rojales y el casco urbano. Y es también la única vía de acceso y salida de Torrevieja que cuenta con doble calzada, en ambos sentidos. Eso sí, es bien conocida por los casi 30.000 conductores (27.720 en 2012) que la utilizan a diario por las doce rotondas que hay que rebasar en su corto recorrido y que dan acceso a las urbanizaciones de Torrevieja, el campo de Guardamar, Los Montesinos y Rojales.