Proteger el nombre de su plato estrella y evitar que sea plagiado. El restaurante El Cruce de Almoradí cuenta con la exclusividad de poder llamar "cocido de pava borracha" a una de sus recetas más conocidas. Desde hace 20 años sus gerentes mantienen registrado el nombre de este plato en la Oficina Española de Patentes y Marcas y hasta ahora ningún cocinero ha podido publicitar esta denominación entre las propuestas de su carta culinaria.

El que está considerado como uno de los restaurantes más prestigiosos de la provincia abrió sus puertas hace casi medio siglo. El entonces gerente, Pedro Montesinos, recuerda que hace ya cuarenta años que su local viene siendo conocido por el plato que es el buque insignia de su menú. Fue en1993 cuando decidió registrar el nombre del cocido de pava borracha para poder utilizarlo en exclusiva y, desde entonces, son varios restaurantes de las provincias murciana y alicantina los que han caído en la tentación de plagiar este reconocido nombre. Montesinos recuerda que nunca han llegado a ir a juicio ni han demandado a ningún cocinero por este asunto dado que los demás restaurantes han accedido siempre a sustituir el nombre por otro tras demostrar que estaba oficialmente registrado y su utilización es exclusiva de el restaurante El cruce.

Tres platos

El cocido de pava borracha está formado por tres platos: una sopa cubierta con molleja, hígado, pechuga de pava y huevo duro; un segundo con rellenos de carne de pava, magra de cerdo, tocino, perejil y piñones; y un tercero formado por el cocido con garbanzos, apio, patata y pava entre otros ingredientes que se mantienen en secreto.

Una de las principales curiosidades que da nombre a este plato y hace que se distinga de los demás es la utilización de licores con alcohol en su preparación. Así, antes de poner la carne de pava a cocer se deja macerar en coñac para darle ese toque de sabor que lo caracteriza.

Este paso de macerar la carne con licor antes se hace desde que las leyes contra el maltrato animal impiden reproducir el ritual que se remonta en el tiempo décadas y décadas. Antiguamente, las pavas negras que iban a ser utilizadas para cocinar este cocido se alimentaban con unas bolas formadas por una mezcla de salvado de trigo y hierba mezcladas con vino. Asimismo, era habitual echar chorros de coñac directamente en el pico del animal para variar el sabor de su carne, tal y como se puede apreciar en la fotografía número cuatro. Esta práctica era habitual en algunos pueblos de la Vega Baja, aunque se dejó de hacer debido a la presión de organizaciones que luchan a favor de los derechos de los animales.

Aunque el cocido de pava borracha se cocina todos los días durante el invierno, en verano se reserva a los sábados, pero siempre se puede degustar previa reserva. Precisamente este 2013 al restaurante le caduca la patente del nombre de su plato estrella, pero Montesinos y Berenguer tienen claro que renovarán la marca para poder seguir sirviendo en exclusiva este cocido.