Expresión de arte urbano para unos, pintadas que afean el paisaje para otros. Las grandes columnas que soportan las vías por las que circulará el AVE a su paso por la comarca de la Vega Baja se van llenando poco a poco de grafitis. Tramos como el que discurre por el término municipal de San Isidro registran ya más de una treintena de dibujos y en otros como el de Callosa de Segura u Orihuela se pueden ver ya las primeras pintadas.

Controlar un fenómeno que se extiende por gran parte de la infraestructura del AVE en todo el territorio español es casi imposible. Las obras del tren de alta velocidad están vigiladas por personal de seguridad al que se le ordena alertar a la policía si se topan con algunos de estos artistas, pero las posibilidades de que los agentes pillen in situ a los grafiteros son prácticamente nulas.

Las grandes columnas se convierten así en perfectos lienzos para los amantes del spray, más si cabe al saber que muchos pasajeros verán sus obras cada vez que viajen en uno de estos trenes. Es por ello que conforman uno de los espacios más disputados. En muy rara ocasión un grafitero elimina un dibujo para estampar otro. Puede hacerse, pero siempre que vayas a pintar una obra mejor que la anterior, señala uno de estos grafiteros a Información, quien por motivos obvios, no quiere que se revele su identidad. El mismo cuenta que suelen pintar durante los fines de semana, cuando no suele haber operarios trabajando y solo se pueden encontrar con algún que otro vigilante que, por lo habitual, se encargan más de evitar el robo de maquinaria y materiales que de controlar a los grafiteros. Otro de los momentos preferidos por estos son las noches de luna llena, cuando pueden pintar con tranquilidad aprovechando la luz natural que llega desde este satélite.

Firmar las obras que efectúan en espacios ilegales con un nombre distinto al de las que realizan en espacios autorizados es otra de las cuestiones que siempre tienen en cuenta para no ser "cazados", aunque ha habido y cada día hay más casos de denuncias basadas en pruebas caligráficas que logran dar con los autores de las pintadas.

Fuentes de Adif reconocen que evitar este fenómeno es algo así como tratar de poner puertas al campo y señalan que, aunque se eliminarán las pintadas, proliferarían otras nuevas en pocos días.

Este fenómeno, lejos de desaparecer parece que seguirá extendiéndose por toda la comarca conforme avanzan las obras del AVE.