El Ayuntamiento de Orihuela compró en 1981 el Palacio del Marqués de Rubalcava, un edificio que 32 años más tarde no sabe que hacer con él, que está en ruinas y que sólo arreglar los jardines le hubiera costado 12.000 euros a las arcas municipales. Símbolo de gloria y esplendor en un tiempo que Orihuela quería tener un lugar para las recepciones oficiales -por allí pasaron de la mano de Eduardo Zaplana y Luis Fernando Cartagena alcaldes y presidentes de comunidades-, también fue sede de oficinas municipales de todo tipo y ahora parece morir de soledad, entre abandono y puntales que mantienen parte de la estructura, cristales rotos y mallorquinas agrietadas o que han desaparecido. Ahora la realidad es que reparar el inmueble costaría más de 800.000 euros (hay presupuesto hecho) y nadie sabe cómo hincarle el diente y si esta inversión sería rentable y más en los tiempos que corren.

Ayer la portavoz del equipo de gobierno, Antonia Moreno (PSOE) abrió sus puertas a la Prensa para ver cómo han quedado los jardines gracias al trabajo de la brigada municipal -de ahí que haya salido gratis- y se mostró partidaria de una solución de futuro que pasaría por buscar una inversión privada (hotel, restaurante,...). El Ayuntamiento ha adecentado aquello y se ha encontrado con miles de teselas tiradas por cualquier parte de lo que antaño fue el suelo y que no tienen sustitución si se pierden. Los trabajos se han realizado porque el palacio está frente a la iglesia de Santiago, uno de los puntales de la Semana Santa de Orihuela, y por allí pasarán dentro de un par de semanas cientos de turistas que, sin quererlo, se encontraran con la ruina que es este inmueble del que todavía cuelga la placa de "Oficina de Turismo". Moreno dijo que se van a tapiar ventanas para evitar que entren intrusos, pero que esa no es la solución.

Ayer, la responsable de Turismo, Ana Mas, explicaba que los 800.000 euros que tiene de presupuesto para el inmueble se quedan cortos para lo que hay que hacer y que es partidaria de darle un uso público; de hecho, piensa en que fuese la pinacoteca municipal, a día de hoy en el Museo San Juan de Dios y compartiendo espacio con el arqueológico, lo cual no tiene ningún sentido cultural.