Torrevieja acogió ayer un simulacro por catástrofe sísmica a gran escala y el gran despliegue de fuerzas de seguridad y emergencias que no defraudó a nadie. En una ciudad acostumbrada a los terremotos y donde cada año se registran más de diez -el último, muy leve, se pudo sentir el lunes sobre las siete de la mañana- el ensayo venía como agua de mayo con la recreación de un temblor de 5,5 de magnitud, similar al que afectó a la localidad murciana de Lorca en mayo de 2011.

Trescientos efectivos entre civiles y militares y unos 200 figurantes participaron en una simulación de emergencia sísmica, primera de sus características en la provincia y exigida a municipios como Torrevieja por el plan sísmico que la Generalitat renovó y aprobó sólo un mes después del temblor de Lorca. El objetivo era coordinar actuaciones en materia de seguridad y ayuda en caso de siniestro grave. Bomberos del Consorcio de Torrevieja y de Alicante, incluida una unidad especializada en la intervención en catástrofes en el extranjero, una unidad militar del ejército, policía local, Cruz Roja, Protección Civil, personal sanitario... A las nueve y media de la mañana se activaba el Plan Especial. Y comenzaba el espectáculo.

La periferia del núcleo urbano estaba ya jalonada por varias zonas preparadas para la simulación. La Ciudad Deportiva y el Recinto de Ferias y Conciertos -los alrededores del Aquópolis- convertido en albergue, el puente de la N-332, el Centro de Atención al Discapacitado -ALPE-, los colegios Ciudad del Mar y Virgen del Carmen, la Avenida de París o el Alto de la Casilla se transformaron en escenarios para dar respuesta a la población en situaciones de emergencia.

La jornada se iniciaba con algo de parsimonia para tratarse de un sismo de 5,5 grados y una densa niebla que ambientaba mejor la hipotética tragedia en el llamado Albergue Provisional de Evacuados. Una unidad militar organizaba la recepción de población afectada en el campamento. El personal de Cruz Roja, más concentrado por momentos en impedir que los reporteros fotografiaran a estudiantes de Secundaria "evacuados" que en la emergencia misma, hacía lo propio en su zona, donde se podía encontrar también un hospital de campaña, una unidad de atención psicosocial y el centro de coordinación y comunicaciones. Casualidad, los desalojados procedían de La Torreta según constaba en el dossier, área que sufre graves problemas de inundación urbana cuando llueve en Torrevieja con cierta intensidad, y más de uno pensó que no les venía mal la práctica en una de estas situaciones de emergencia.

Embarcada en un autobús, la Prensa seguía sitio a sitio las evoluciones de este "tour del terremoto" que incluía ágape por gentileza del Ayuntamiento con bocata de salchichón zumo y pieza de fruta. Faltaron a la cita los helicópteros y el incendio de matorral por el mal tiempo. Pero lo mejor estaba por llegar.

Cumplieron su papel con mucha disciplina los alumnos discapacitados de ALPE, destacando también por su perfecta coordinación y ejemplar evacuación los otros centros educativos participantes. Con sonido ambiente de un terremoto real de siete grados ocurrido en México, las 19 aulas del Colegio Público Virgen del Carmen estaban vacías en dos minutos y en cuatro el edificio había sido desalojado por completo. La eficacia responde a repetidos ensayos, ocho según su director, Jaime Rodríguez, prácticas de respuesta a situaciones de emergencia que están siendo adoptadas también estos días por el resto de centros educativos torrevejenses en los que jamás se habían realizado. También se han editado por primera vez miles de folletos explicativos sobre el modo de actuar en caso de terremoto tanto en viviendas como en el interior de los colegios, con el sello del Ayuntamiento, aunque ayer no se informó sobre este material.

Coche empotrado

La actuación estelar corrió a cargo de los bomberos del Consorcio, los de Alicante o la Unidad Militar de Emergencias con sus imposibles situaciones de rescate entre los solares y construcciones de hormigón sin terminar y abandonadas por el pinchazo de la burbuja inmobiliaria en la avenida de París, muy propio como paisaje del desastre.

Excarcelación de víctimas en un coche empotrado contra escombros, recuperación de personas en el subsuelo... La traca final del operativo se desarrollaría en el hospital de campaña cercano, con "13 heridos y un fallecido", aunque allí el terremoto fue "en diferido" para esperar a la llegada de las autoridades.

Acostumbrado a las sacudidas políticas, el alcalde de Torrevieja se le veía como pez en el agua en medio del simulacro de terremoto, pero en estas empezó a caer una persistente lluvia -que sí causaría por la tarde algunos problemas reales de cortes de viales- y el conseller Serafín Castellano y demás dejaron pronto el escenario del desastre. Antes habían acudido al Centro de Desarrollo Turístico para la preceptiva rueda de Prensa. Allí los representantes públicos, incluido el subdelegado del Gobierno, realizaron una valoración muy positiva de la coordinación de todos los efectivos en la gestión de la catástrofe simulada impulsada en su día por el director general de la Policía Local y Distritos Javier Mínguez -ayer en un segundo plano-. Salió tan bien que sólo faltó gritar ¡Viva San Emigdio!, patrón de la comarca contra los terremotos.

LAS CIFRAS

Evacuación del Colegio Público Virgen del Carmen

Poco más de cuatro minutos tardaron los 450 alumnos y treinta profesores en evacuar el centro ante la alerta de terremoto. En sólo dos minutos ya habían dejado las 19 aulas.

Una espectacular muestra de coordinación dirigida por el joven director Jaime Rodríguez. Han realizado 8 simulacros en los últimos meses también con colaboración de los padres.

El año del terremoto

El 21 marzo de 1829 ocurrió lo que las crónicas del momento recogieron como una «tempestad» sísmica que destruyó varios municipios de la Vega Baja, entre ellos Torrevieja y que se saldó con 400 muertos y 3.000 construcciones derruidas.