Se instaló bajo la promesa de reducir el número de actos vandálicos y controlar el tráfico, pero ya han pasado dos años y todavía el circuito de videovigilancia no está operativo en su totalidad. Los monitores de la Policía y la mayoría de las cámaras instaladas por todo el término apenas envían la señal en tiempo real a la central. Unos problemas técnicos que no se han subsanado son la posible causante del caos técnico y de que la Policía Local no pueda ayudar a esclarecer el autor o autores del robo en el salón de juegos Orenes.

En total se instalaron 48 cámaras, todas ellas ubicadas en las zonas estratégicas del casco urbano y de las urbanizaciones de Rojales. La mitad de ellas están precisamente en Ciudad Quesada, donde se produjo el asalto de este domingo. Una cámara se encuentra justo en el arco de la entrada principal y el resto en los otros accesos de entrada y salida.

En el caso de que este servicio hubiera funcionado se habrían conocido datos tan relevantes como si el presunto ladrón o ladrones utilizaron un vehículo para huir de la zona. Incluso si es vecino de la localidad. La Avenida de las Naciones es una de las vías principales y más transitadas.

Cerca de esta avenida está la Plaza Blanca, donde también se instaló otro equipo de seguridad.