­Los agricultores de la provincia, en especial de la Vega Baja, que han apostado por llenar sus campos con naranjos de variedades tempranas están viendo pasar la temporada de los resfriados, como se suelen referir a la época de mayor demanda de sus productos, sin registrar beneficios. Ni siquiera cubren los costes que les ha reportado a lo largo del año el cuidado de los árboles y la producción del fruto. Y no saben a ciencia cierta por qué. Es una confluencia de factores; por un lado, que los intermediarios ofrecen precios irrisorios que nadie quiere a priori aceptar y, por el otro, porque al parecer el consumidor final no está demandando tantas naranjas como en años anteriores.

José Vera es uno de tantos agricultores que se encuentra con problemas que se superponen. Del año pasado tiene 130.000 euros por cobrar, pues le pagaron con pagarés sin fondos que no tiene modo de reclamar (acudir al juzgado, con los costes que eso supone en abogado y procurador y los años que tendrá que esperar le desmoraliza, por no contar que prevé que quien le debe dinero sea declarado insolvente).

La Conselleria de Agricultura le adeuda por otro lado 66.000 euros más en ayudas directas que le concedieron por acogerse a programas de introducción de variedades o renovación de maquinaria en sus 700 hectáreas. Esos son los verdaderos problemas del agricultor, asegura. Y ahora se desayuna cada día con que el Mercado de Perpignan (la puerta de entrada a Europa, en Francia) mantiene los mismos precios desde hace tres meses pero a él los intermediarios no le ofrecerán más de un tercio de lo que pagaban en octubre. Este es el panorama actual.

Perder dinero

Producir un kilo de naranja o de limón cuesta entre 17 y 20 céntimos de euro («todo lo que sea vender por debajo es perder dinero», dice el presidente de Asaja-Alicante, Eladio Aniorte), pero a los regantes no se les está ofreciendo actualmente más de 0,09 o 0,10 euros por las naranjas de variedad «navelina» (las más tempranas, pues otras variedades se seguirán cosechando hasta mayo y para entonces el sector espera que el precio haya remontado). Y eso si alguien quiere comprar. La consecuencia es que el fruto se queda en el árbol y aún hace falta más agua para mantenerlo, por no decir que la «sobremaduración» sigue contribuyendo a que el precio vaya bajando porque pierde calidad.

Por eso, Vera señala que «el agricultor es tan sufrido que aunque sea un precio malo lo recoge, pero es que ahora no hay consumo». Precisamente hace unos años, en Rojales, algunos agricultores acostumbraban a abrir sus campos para que los vecinos cogieran bolsas de fruta antes de vender a bajo coste.

La diferencia de precio entre esos diez céntimos que se pagan en el campo y los veinte céntimos que se pagan en el mercado se queda por el camino y según un corredor «al principio de la temporada se compró caro y ahora se busca compensar las pérdidas comprando barato aunque se venda igual», pues en muchos casos los exportadores envían la cosecha «a resultas» y no saben cuánto van a cobrar hasta que se vende el producto en el mercado final.

Caída de la demanda

La caída en la demanda en los supermercados y fruterías no responde a razones claras. Un factor deben de ser, según entienden los agricultores, que «hay precios prohibitivos, porque aunque nosotros la vendamos barata al ama de casa le cuesta un euro o 1,20 y aunque no sea un disparate hay otras cosas más prioritarias que comprar», señala Vera.

En este sentido parece que la exportación está salvando las economías de los regantes: «Yo además de cítricos tengo un tipo de pimiento que he acabado de vender hace dos semanas y el 99,9% lo he enviado a Francia, Holanda y algo a Italia, pero el mercado interior que antes era fuerte, este año casi nada. El mercado español está parado», concluye José Vera. Ahora queda ver qué ocurrirá con las próximas variedades de naranjas, que se recogen hasta principios de junio en los campos alicantinos.

LAS CIFRAS

69%

Producción de la Vega Baja

La comarca de la Vega Baja concentra el 69% de la producción de naranja dulce de toda la provincia de Alicante, que a su vez es una de las principales productoras de España

11.390

Hectáreas en la comarca

Los municipios de la Vega Baja concentran 11.390 hectáreas de superficie destinada a la producción de naranja (según los cálculos del Departamento de Estudios Agrarios de Asaja-Alicante), dispersa por todos los municipios, desde Rojales o Guardamar del Segura hasta Pilar de la Horadada y con protagonismo de Almoradí o de Orihuela (sobre todo en la zona de La Murada).

De 0,20 a 0,09

Euros por kilo en origen

Los agricultores vendían sus naranjas a una media de 0,20 euros por kilo en octubre de 2012 (a principios de la campaña). Ya en noviembre el precio bajó a 0,16 y desde antes de Navidad se está pagando a 0,09 euros/kilo según precios oficiales de naranja «navelina».

0,16 hace un año

Precio en enero de 2012

La campaña de este año está siendo significativamente peor que la del anterior en la venta de naranjas «navelina». En enero de 2012 el kilo se pagaba a 0,16 euros, prácticamente el doble del precio actual.