Policía Local y bomberos atendieron un caso poco habitual. Sobre las cuatro de la tarde del lunes la llamada de una mujer alertaba sobre la pérdida de unos documentos entre las rocas que forman los espigones del Paseo Juan Aparicio. Puestos los hechos en conocimiento del Consorcio de Bomberos, se desplazó hasta el lugar una dotación para calibrar el problema. No se trataba de ninguna urgencia vital ni de una extinción de incendios ni del salvamento de ninguna persona ni siquiera una de esas simpáticas escenas de animalito temeroso en lo alto de un árbol. El asunto se podría englobar más bien en lo que sería un "trabajo de asistencia técnica". A la mujer, de nacionalidad rumana, se le había caído la documentación correspondiente a unas escrituras notariales con tan mala fortuna que fueron éstas a parar a los recovecos de las rocas de uno de los diques que forman las "piscinas naturales" del paseo. Al parecer, la mujer intentó recuperarlos ella en un primer momento, pero como las piedras se lo ponían difícil optó por buscar ayuda "a lo grande" y fue sobre seguro. Tanto que consiguió la intervención de dos vehículos de bomberos con cuatro efectivos con su respectiva dotación de medios técnicos para recuperar sus escrituras.

Recuperar las escrituras las recuperó la mujer después de que los profesionales estuvieran más de una hora cavilando y probando por dónde agarrar los dichosos papeles: al final se valieron de un gancho de uno de los pescadores de la zona, según testigos. Mientras llevaban a cabo la operación ya notaban los bomberos que la actitud de la señora, hierática y sin decir ni "mú", no se ajustaba "a la normalidad". Pero lo mejor llegó a la hora de identificarla por parte de la Policía. Ahí ya vieron que algo no iba bien porque al pedirle el nombre ésta gritó que era nada menos que "la ramera del Apocalipsis", dicho en tono más coloquial, aunque tras insistir pudo aportar su nombre "terrenal".

El Consorcio contempla la movilización de personal y material para realizar actividades no derivadas de las consecuencias o de la inminencia de un siniestro, tal como sería este caso de "recuperación de bienes", pero estos "servicios" están sujetos a unas tarifas que el particular ha de abonar en función del número de efectivos personales que realicen el trabajo, los materiales empleados, el tiempo invertido en éste o el kilometraje.