Recuerda cómo hace un año se marchó a Francia con sus dos títulos universitarios bajo el brazo. La dificultad de desarrollar su carrera profesional en España motivó que se subiera a un avión con destino al país galo en busca de una oportunidad. Encontró empleo y desde entonces reside allí. Esta semana ha vuelto a su ciudad natal, a Callosa de Segura, para pasar las Navidades junto a su familia y se ha encontrado con una desagradable sorpresa: le han dado de baja en la Seguridad Social y no tiene derecho ni a concertar una cita con el médico de familia.

El caso de Ana Navarro, licenciada en Administración y Dirección de Empresas (ADE) y en Investigación y Técnicas de Mercado, es un ejemplo más de los miles de jóvenes españoles que buscan en el extranjero lo que su país no les brinda: un simple puesto de trabajo. En su caso, tras un periodo de prácticas en una empresa francesa, firmó un contrato con la mercantil, que trabaja por internet y pone en contacto a profesionales (abogados, médicos,...) con particulares que necesitan asesoramiento o consulta y fijó su residencia en París. Allí en la empresa se encarga de tareas de marketing y publicidad. Ahora ha vuelto a pasar unos días a la provincia alicantina y ni si quiera puede ir al médico.

Tras la reforma sanitaria del Gobierno central, a efectos administrativos Ana está considerada una extranjera en su propio país, como le está ocurriendo a miles de ciudadanos extranjeros que viven en España y que han visto cómo les retiraban la tarjeta sanitaria.

La joven, de 27 años, cuenta que ha tratado de concertar una cita por internet en el centro de salud en el que ha sido atendida durante 25 años, pero el sistema no se lo permitió. Se acercó hasta las dependencias sanitarias y le dijeron que su tarjeta estaba bloqueada. Si quería más explicaciones debía dirigirse a la oficina de la Seguridad Social en Orihuela.

"Durante mis años como universitaria he trabajado en hipermercados, centros comerciales o como azafata de congresos, cinco años cotizando que ahora no me sirven para nada. No tengo derecho ni ir al médico en mi país", cuenta decepcionada.

Como ella, miles de jóvenes que han dejado España para buscar trabajo se encuentran ahora con que sólo pueden ser atendidos en los servicios de Urgencias.

"Me da mucha pena lo que está pasando en España. Allí he encontrado la oportunidad de desarrollarme como persona, alquilar una casa, emanciparme y ser independiente. Viendo la situación, me alegro de haberme ido. Echo de menos muchas cosas, pero veo lo que está pasando aquí y se me quitan las ganas de volver", concluye la joven.

"Un extranjero para la administración"

INFORMACIÓN se puso en contacto ayer con los responsables de la oficina de la Seguridad Social, desde donde explicaron que, tras la reforma, si estás cotizando en otro país, sólo tienes derecho a recibir atención en los servicios de Urgencias españoles debido a las reformas sanitarias impuestas por el Gobierno central y que han pillado a esta joven callosina como un claro ejemplo de lo que ha supuesto para miles de jóvenes. m. a. r.