Tiene 34 años, está casada y es madre de tres hijas. En 2005 compró una casa en Los Montesinos con un préstamo de 240.000 euros que le facilitó la entidad Bankinter y entregó 80.000 euros como aval. Todo iba bien hasta que se vio insolvente.

¿Cuándo empezaron los problemas para hacer frente al pago de la hipoteca?

En 2008. Yo tenía una empresa de limpieza de edificios con seis empleadas. Trabajaba sobre todo con constructores y cuando las cosas empezaron a ir mal dejaron de pagarme. Tuve que despedir a la plantilla y pagar las indemnizaciones. Mi marido trabajaba en la construcción. Los dos teníamos un buen sueldo y los dos nos vimos en poco tiempo en el paro.

¿Dejó entonces de pagar las mensualidades?

Empezaron los impagos cuando a él se le acabó el paro y yo cerré la empresa. Al principio sacábamos el dinero de donde no había. Le pedía a mi familia, pero llega un momento en el que tienes que decidir entre comer o pagar.

¿Cómo se sienta a negociar con el banco?

Les dije que les podía pagar 300 euros al mes, 100 que me daba mi madre, 100 de mi suegra y 100 nuestros, pero más era imposible. Les pedimos tiempo y nos comprometimos a que cuando encontráramos trabajo pagaríamos todo, pero su respuesta fue que esa cantidad no cubría ni los intereses. Tres meses más tarde recibí una carta diciendo que la casa se la quedaba el banco. La deuda ascendía a 152.000 euros.

¿Cuál fue su reacción?

Me busque un abogado, pero no conseguimos nada. Luego mi hermana me recomendó que fuera a hablar con la Plataforma de Afectados por la Hipoteca de Almoradí para pedirles ayuda.

¿Qué era lo que más le preocupaba?

Me daba miedo perder mi casa, pero sabía que tenemos familia y que alguien nos acogería. Lo que de verdad me daba miedo era verme toda la vida pagando la deuda y siendo insolvente, que me embargaran el sueldo cuando encontrara trabajo.

¿Cuándo aceptó la dación en pago?

La Plataforma me hizo una carta y uno de sus miembros me acompañó al banco. Les dije que aunque se quedaran la casa, me iba a quedar todo lo que pudiera porque la nueva normativa me lo permitía al tener una hija menor de tres años. Hace dos semanas me comunicaron que habían decidido que se quedaban la casa y aceptaban la dación en pago.

¿Cree que algún día volverá a firmar una hipoteca?

Pienso que jamás. Ahora vivimos en un piso de alquiler, pagamos 300 euros al mes y dormimos tranquilos. La dación en pago ha cambiado la vida de mi familia. Además ahora he encontrado trabajo, parece que la vida nos está dando una segunda oportunidad. Firmar esa hipoteca fue la peor de mis pesadillas.