La comarca de la Vega Baja vivió ayer una intensa jornada festiva con motivo de la celebración de la Virgen de Pilar. Durante todo el día, miles de vecinos participaron en numerosos actos y romerías para rendir honor a la patrona de la Hispanidad. Callosa de Segura, Orihuela, Catral - con romerías-, Pilar de la Horadada y Los Montesinos, -con las procesiones en honor a las patronas-, y muy especialmente Benejúzar (donde las cifras oficiales hablan de la participación de 60.000 personas) festejaron ayer el 12 de octubre arropando a una de las imágenes más queridas en este rincón del sur de la provincia que la tradición ha querido, año tras año, que se convierta en el segundo Aragón de la Virgen.

El cielo de la comarca amaneció ayer cubierto de forma parcial por algunas nubes y aunque respetó los actos de la mañana las procesiones vespertinas sufrieron la lluvia. En Pilar de la Horadada, por ejemplo, los devotos sacaron a la Virgen a la Plaza a las 20 horas (con media hora de retraso). En principio se dudó en salir en procesión. Pese a la lluvia, que llegó con aparato eléctrico a algunas poblaciones, se completó todo el itinerario. En Callosa de Segura la imagen tuvo que volver a la Iglesia de San Martín desde la sierra cubierta por un plástico. En Los Montesinos la salida se retrasó media hora y finalmente se optó por realizar un recorrido más corto bajo una fina lluvia.

Mucho antes, a las nueve en punto de la mañana cruzaba el pórtico de templo parroquial de Benejúzar la imagen de la Virgen del Pilar. Frente a la talla se concentraron miles de romeros, que abarrotaron una plaza que estalló en júbilo con la que quizás sea una de las estampas más características de las celebraciones en la Vega Baja. También en esta ocasión la aparición de la Virgen estuvo acompañada de una suelta de palomas, globos y aleluyas que tiñeron de mil colores un ambiente ya de por sí festivo. No faltaron los componentes del Grupo Folclórico municipal, que junto a la imagen bailaron las primeras jotas del día, ni la banda de música, que animó el desfile hasta su llegada al paraje natural donde se sucedió la celebración hasta el atardecer.

Ya en el santuario los feligreses asistieron a la eucaristía en la que, como viene siendo tradicional, se cantó la misa baturra. Lugar destacado en el desfile ocuparon también las características carrozas de papel rizado fabricadas por los propios vecinos. Aunque en esta ocasión sólo participaron dos creaciones, a la romería se sumaron otras dos carrozas. En una de ellas se pudo ver al futuro de la fiesta vistiendo el tradicional traje de "mañico" y "mañica" a través de un gran grupo de niños que entusiasmados realizaron el recorrido subidos al carro. El otro vehículo lo ocuparon mujeres de la Hermandad del Pilar que aprovecharon el trayecto para vender papeletas para el sorteo de regalos que se celebraría después y que se tuvo que trasladar dentro del Santuario, al igual que la despedida, por las precipitaciones.

Jornada de campo

La jornada continuó durante todo el día en el paraje que está considerado una de las grandes joyas del municipio. Caracterizado por la flora y fauna típica de esta zona, el emplazamiento cuenta con gran cantidad de instalaciones recreativas. La gran mayoría de los asistentes, llegados desde toda la provincia, Murcia o Albacete, portaban consigo fiambreras y neveras con los víveres necesarios para disfrutar de una jornada en el paraje. Es tradición pero también es fiesta, y el día de la Hispanidad es aprovechado por miles de personas para disfrutar de un día de convivencia en este y otros enclaves naturales de la Vega Baja del Segura.

Mientras las características botas de vino danzaban de mano en mano y el sonido de las castañuelas resonaba por todo el paraje benejucense, distintos grupos folclóricos deleitaron a los asistentes con sus coreografías inspiradas en los bailes regionales aragoneses. La fiesta se alargó hasta última hora de la tarde, cuando entre vítores como "Viva la Virgen del Pilar; Viva la reina de la Hispanidad", los feligreses dieron su particular hasta pronto a la imagen, un emotivo adiós que hizo que brotaran lágrimas de emoción en algunos de los asistentes. Al posterior sorteo de regalos para sufragar los festejos le siguió el rezo de la Plegaria a la Virgen del Pilar. El éxito de la celebración y el trabajo de la Hermandad y el Ayuntamiento acercaron un poco más el objetivo para conseguir la declaración de Interés Turístico Autonómico.