Una comitiva de cuarenta carruajes tirados por caballos o burros comenzó a recorrer ayer la comarca de la Vega Baja en un alarde de tradición y reivindicando el papel que los animales han tenido en el transporte a lo largo de siglos hasta hace bien poco. "Es muy sencillo meter la llave en el coche y echarle gasolina, pero no se debe tener en el olvido a los animales tradicionales, sobre todo especies en extinción como razas de asnos", sostienen desde la asociación Equus, que ha organizado el evento.

Ya sea por rendir tributo a los animales que antaño hicieron posible la agricultura como motor de la comarca, ya sea por el placer de recorrer la Vega sobre un carruaje heredado de algún pariente o ya sea por compartir un fin de semana de convivencia, decenas de personas se sumaron ayer a la marcha, que partió a las 9 horas desde Almoradí y recorrió poco a poco, a paso de carro, Algorfa, Benejúzar, Rafal, Callosa, Cox y Granja de Rocamora. Llegaron a su destino justo en el momento en que empezaba a llover y pudieron resguardarse en la Granja Escuela. Hoy volverán a salir en dirección a San Isidro, después Catral, Dolores, Daya Nueva... Hasta llegar a San Fulgencio, donde dormirán en el polideportivo y se prepararán para la tercera y última jornada, para volver al punto de partida.