El colegio público La Paz de Callosa de Segura tiene dos clases formadas sólo por niños magrebíes. Una de 3 años y otra de 5. Los padres de más de 20 escolares de la primera se concentraron ayer por la mañana a la entrada del centro negándose a que sus hijos accedieran al interior como protesta por su "agrupamiento" sin pequeños de otras nacionalidades. Agentes de la Policía Local y una patrulla de la Guardia Civil custodiaban desde antes de las 9 las proximidades del colegio mientras las madres -la mayoría con hiyab (velo) y cochecitos- impedían que sus niños entraran con el resto. La inspección de la Conselleria de Educación conoce y autoriza esta situación.

La inusual concentración de madres de un colectivo que no se caracteriza por su participación en manifestaciones tenía como objetivo reclamar a la dirección una distribución "más equitativa" en las clases de Infantil para facilitar su "integración". El reparto que el centro ha realizado este curso de niños que llegan nuevos para comenzar Infantil se ha concretado en dos aulas, una de las cuales cuenta sólo con niños de familias magrebíes, mientras en la otra conviven todas las demás y cuatro magrebíes más. La dirección también ha puesto en marcha una iniciativa similar en otro curso (concretamente de Infantil de 5 años) en el que se puede encontrar un aula donde también todos los alumnos son de padres norteafricanos.

La inspección de la Generalitat ha validado esta gestión del colegio, propiciada por el aluvión de matrículas de niños magrebíes, algo que la Asociación de Padres y la Concejalía de Educación rechazan. La negativa de las familias a llevar a sus hijos se mantendrá hasta que la dirección no corrija esta práctica de agrupación, que algunos tildaron de "segregación" y que consideran contraria a la integración que "tanto se nos reclama a nosotros por razones culturales" y que impide el normal desarrollo de las clases y el aprendizaje del idioma.

En "La Paz", que cuenta con un reconocido equipo docente, conviven 440 alumnos de los que 187 son extranjeros. De ellos, 141 son magrebíes. Desde el centro consideran la oportunidad de esta medida a fin de evitar la "deserción" de más escolares españoles a otros centros, lo que, además, retraería a otros padres en un futuro a matricular a sus hijos en el colegio, con el peligro entonces de que se convierta en una especie de "gueto" de extranjeros.

Según admitieron ayer fuentes educativas, las familias españolas con niños reclaman todos los inicios de curso, antes de que se configuren los grupos, que no se incluyan en las aulas a más alumnos magrebíes e, incluso, amenazan con sacarlos del centro, lo que se ha cumplido en otros casos. La Asociación de Padres ha reclamado una reunión extraordinaria del Consejo Escolar en la que pedirá la redistribución de alumnos, tal y como reclaman los padres norteafricanos.

Abierta a solucionarlo

La dirección quiso explicar ayer, tras mantener una reunión con representantes de padres y madres magrebíes, que ahora está abierta a la redistribución de los alumnos en dos aulas, "pero eso no soluciona el problema de fondo del centro en estos momentos". Es decir, este colegio sigue recibiendo alumnos del mismo origen "derivados" de los otros cuatro públicos que funcionan en Callosa.

El consejo escolar pide soluciones

El que más vacantes tiene cada año

Callosa de Segura, con 20.000 vecinos, cuenta con cuatro colegios públicos de Infantil y Primaria y uno religioso con ayuda pública. El exceso de demanda de plazas en los colegios San Roque, Primo de Rivera y Rafael Altamira termina en el colegio La Paz, que es el que más vacantes presenta. Y ese exceso coincide con la demanda de matriculación, muchas veces fuera de plazo, de alumnos magrebíes que finalmente asume en solitario éste centro. Fueron los padres de alumnos los que hace 3 años formaron una comisión especial para abordar este problema porque la legislación autonómica prohíbe estas prácticas. En una dinámica de "pescadilla que se muerde la cola" cuantos más alumnos de origen norteafricano llegan a "La Paz", menos inscripciones de españoles se producen en el centro y, cuantos menos niños de habla castellana estudian en el colegio, menos padres los matriculan en ese centro.

La presidenta de la Asociación de Padres de Alumnos, Elena Poveda, respaldó la decisión de los padres magrebíes de que se redistribuyan a estos alumnos en las dos aulas y explicó que llevan años reclamando a la inspección educativa de Callosa de Segura, al Consejo Escolar Municipal y al Consejo Escolar del centro que adopten la decisión de redistribuir el exceso de demanda de alumnos de este origen entre todos los centros y no solo en La Paz. El APA insiste en que no es un problema fácil. "Hay que ponerse en los alumnos españoles escolarizados en aulas en las que sólo hay dos o tres compañeros de su misma nacionalidad".