El concejal, tras poner este diario en su conocimiento estos hechos, mantuvo reuniones durante toda la jornada con el alcalde, Eduardo Dolón, con el portavoz del grupo municipal, Joaquín Albaladejo, y con el jefe del gabinete de Comunicación, Ramón Sánchez Martos, para abordar esta crisis, probablemente, la más grave desde que comenzó la legislatura y ante la cual no tenían respuestas. Las implicaciones no sólo políticas, sino personales del caso, provocaron que el alcalde apartara el resto de obligaciones de la jornada después de inaugurar la Feria de Ocio Juvenil y la visita del secretario autonómico de Bienestar Social para encerrarse en su despacho con Plaza y tomar una decisión.

Durante la jornada, el propio Daniel Plaza llegó a plantear la posibilidad de presentar su dimisión al alcalde, cuestión que a última hora de la tarde se descartó, según confirmaron fuentes municipales.

El problema que tiene el Ayuntamiento es que es consciente de que no sólo están en "circulación" las facturas telefónicas de Daniel Plaza, sino del resto de miembros del equipo de gobierno y no existe certeza de cuál es el uso que se les haya podido dar. Por desgracia, la mayor parte de los ayuntamientos ofrecen a sus concejales móviles libres, de última generación, que son regalados por empresas del sector. Los aparatos terminan siendo los únicos que estos utilizan y siendo su herramienta de comunicación no sólo para uso público, sino también para el privado.