Ayer se cumplió una semana del inicio de las clases de Infantil y Primaria y ya son tres colegios en Orihuela en los que las asociaciones de madres y padres han optado por la drástica opción de no llevar a sus hijos a clase. Los primeros fueron los del Colegio Nuestra Señora de Belén de La Aparecida, en el que el 90% de los alumnos se ha ausentado de clase a diario desde la primera jornada de colegio. Ayer mismo solo entraron a las aulas 50 alumnos de los 318 que tiene el centro, pero además su ejemplo se ha extendido y se sumaron los colegios Villar Palasí y Fernando de Loaces. Estos dos centros (físicamente pegados aunque independientes a efectos administrativos) ya venían protagonizando protestas en la Avenida Doctor García Rogel cada mañana. Pero ayer decidieron dar un paso más y en el primero de los colegios solo acudió a clase el 32% del alumnado (de unos 420 estudiantes) y en el segundo la cifra quedó en el 50% (de otros 400 aproximadamente).

De este modo, en el día de ayer unos 600 niños se perdieron las clases en Orihuela. Dicen las agrupaciones de padres que prefieren no llevarles al colegio que ponerles en peligro dejando que transiten solos por caminos que no están acondicionados para los peatones. No exageran, lo certifica la Policía Local de Orihuela, que a petición de las direcciones de algunos centros escolares ha emitido informes en los que señala uno por uno los peligros de cada trayecto. Algunos niños tienen que cruzar las vías del tren, otros tienen que dar eternos rodeos para pasar el río Segura, los que viven en diseminados de huerta tienen que recorrer veredas de menos de tres metros de ancho sin aceras ni arcenes, otros caminar por carreteras con frecuente tráfico de camiones...

Los de La Aparecida, en concreto, recrearon ayer el recorrido en una especie de marcha o manifestación. La barrera más complicada para los niños de este colegio es la Nacional 340, un punto negro de accidentes, pero una vez pasada esa carretera quedan otros peligros: El acceso al colegio, sin ir más lejos, es una carretera compartida para los peatones y los coches, tal y como señala el presidente de la Ampa, Francisco Javier García.

La presidenta de la Ampa del Villar Palasí explicó ayer que ellos harán lo mismo el próximo martes completando el camino desde Correntías hasta el centro (hay alumnos de Correntías, de la Media Legua, de Montepinar... que el año pasado disponían de tres autobuses pero se han quedado sin ninguno y cuyas familias no tienen medios para llevarles a clase).

Mientras toda esta movilización ciudadana se hace visible, la Conselleria estudia las alegaciones que le han hecho llegar los colegios y el Consejo Escolar Municipal de Orihuela, según aseguró la concejala de Educación, Rosa Martínez (PSOE), quien reclama una solución para un municipio geográficamente tan complejo como Orihuela y para habitantes de pedanías a las que se dejó sin escuela en los años 70 para integrarlas en colegios más grandes y más alejados. Los padres del Villar Palasí, por su parte, dicen que "sabemos que están viendo las alegaciones pero no queremos quedarnos parados mientras están en ese proceso".