Uno de los espacios turísticos más populares de Torrevieja, el mercadillo diario del paseo de los hippies, va a sufrir un cambio radical de imagen en las próximas semanas. Los casi 140 puestos que a diario se instalan y desinstalan en el paseo de La Libertad para ofrecer sus mercancías de productos artesanales a diario, en una venta regulada por el Ayuntamiento y legal, pasarán a contar con una ubicación fija.

En concreto, una caseta en madera que dará una imagen uniforme a todo el espacio. Se han propuesto varios modelos. Uno de ellos está expuesto estos días frente al Casino. Esta renovación viene de la mano de una nueva ordenanza para reordenar la venta en el paseo y regule de forma más efectiva el tipo de mercancías que se ofrecen o las tasas que se deben abonar al Ayuntamiento, entre otros aspectos.

Junto a esa nueva ordenanza el Ayuntamiento se ha comprometido con la asociación que agrupa a los vendedores, que llevan cuatro décadas sosteniendo este mercadillo diario de productos artesanales, a adecentar el paseo por el circulan miles de personas a diario. La principal acción pasa por hacer un "lavado de cara" la valla que separa el paseo de La Libertad del puerto y la feria de atracciones. Estos comerciantes también han solicitado una poda de los ficus que jalonan todo el paseo y una mejora de la iluminación.

No parece que el Ayuntamiento tenga recursos para atender todas esas solicitudes a las que se añade sobre todo la de remodelar el pavimento del paseo, que presenta un aspecto lamentable desde hace años u que provoca además continuos accidentes de los peatones cada vez que caen cuatro gotas.

Fachada marítima

Los vendedores han decidido dar este paso al tener que renunciar el equipo de gobierno del PP al proyecto de remodelación de la fachada marítima en su versión más ambiciosa que afectada al paseo de La Libertad. Al quedar desierto el concurso para la reforma, que costaba 70 millones de euros el Ayuntamiento ha rebajado sus pretensiones y se actúa a sabiendas de que el paseo no cambiará en su actual configuración a medio plazo. El equipo de gobierno abonó en su día un estudio de un gabinete de arquitectos en el que planteaba la reubicar este mercadillo diario bajo el paseo del dique de Levante.

A resguardo del sol, la lluvia y la venta ilegal

Los vendedores, que aportarán unos 2.000 euros cada uno para poder contar con una de las casetas, no tendrán que levantar y quitar el puesto a diario, podrán resguardarse de la lluvia, el viento y sol. Y algo importante. Esa reordenación permitirá distinguir a quienes realizan su actividad de venta de forma legal y los materos que a diario toman este paseo sin que ejerza ningún tipo de control, algo que también afecta a un grupo minoritario de los propios comerciantes que han eludido pagar las tasas en los últimos años. La asociación ha lamentado que en los últimos tiempos la Policía Local no ejerza el control efectivo sobre las condiciones en las que se desarrolla a diario este mercadillo artesanal -metros que ocupan los vendedores, tipo de mercancía y pago cuotas municipales- aunque sí respaldan el control de la venta ilegal de los manteros que se realiza este verano.