Comentarios como "esto se veía venir" o "tenía que pasar más tarde que temprano" estaban en boca de todos ayer. El "estallido" de los vendedores de productos falsificados ya fue anticipado por alguno de sus representantes hace unas semanas. Llevan años así. Se pueden ver sobre el pavimento del paseo de Las Rocas. Es la Torrevieja de "La Bella Lola", de los restaurantes y las heladerías frente al mar. Ponen sus fardos sobre el suelo y ordenan las mercancías que el paseante tiene que esquivar: CD piratas, bolsos, camisetas, ropa interior... Otros llevan a cuestas cartones con relojes o gafas de sol. Unos pocos, los más veteranos, cuentan con un puesto legal en los "hippies". La mayoría son senegaleses. Suelen ser hombres jóvenes, a veces también se encargan de vender mujeres con niños pequeños. Aunque eso era antes de que la Policía Local se pusiera "seria" con el recién creado Grupo de Refuerzo Operativo (GRO) o como también se les conoce "los hombres de negro".

"Nosotros salimos siempre corriendo. No se dan cuenta de que somos mucho más fuertes y que nunca hemos contestado. Pero eso se ha terminado. No vamos a dejar que nos traten así. No somos así. La gente lo sabe. No robamos, no pegamos. Pero si nos atacan, nos insultan y nos detienen sin justificación y sin mercancía, tenemos que responder". Lo explicaba a gritos uno de los manifestantes al agente que lideraba la línea de antidisturbios de la Guardia Civil recordando las 70 detenciones que realizaron las fuerzas se seguridad hace tres meses forzando puertas de pisos y provocando desperfectos en las casas.

Este clima desembocó ayer en las carreras, cruces de contenedores y calles cerradas en una escena que contrastaba con la imagen de una ciudad donde los espacios públicos solo los toman sin permiso los veraneantes que protestan porque en la playa hay algas. Entre tanto caos no faltaban ayer los espontáneos que se acercaron a la zona como defensores de la mano dura contra los inmigrantes y para cuestionar que "siempre se hagan las víctimas". Por la mañana en la calle Ramón y Cajal los propietarios de bares criticaban la falta de contundencia de la Guardia Civil y que ésta hubiera desaparecido mientras los manteros tiraban sillas y mesas. Y es que la Benemérita eludió todo el día el enfrentamiento para no terminar protagonizando una carga por las calles de Torrevieja.

Sólo la vía policial

Los agentes del GRO de la Policía Local no hicieron acto de presencia ayer en los momentos de mayor tensión.El edil de Seguridad, Eduardo Gil, asegura que se va a mantener la misma línea de contundencia en contra de la venta ilegal y que no cree en reuniones con representantes oficiosos de este colectivos y recuerda que muchos de los senegaleses se han marchado a otros municipios. El alcalde Eduardo Dolón no se pronunció sobre los incidentes.El verano solo acaba de comenzar.

Insultos racistas en las redes sociales

Algunos de los manifestantes mostraron a los medios de comunicación copias de varias páginas de perfiles en redes sociales en las que supuestos agentes del Cuartel de la Guardia Civil proferían insultos racistas contra los senegaleses relativas a su olor corporal cuando permanecieron en los calabozos del cuartel hace unos días, además de descalificaciones y peticiones para que vuelvan a su país.