El concejal de Urbanismo, Antonio Zapata (PSOE) aseguró ayer que en un plazo de 15 días cerrará parte de las instalaciones del vertedero de Proambiente tras haber descubierto que carecen de licencia alguna y pese a que están abiertas desde hace más de 15 años. La báscula de pesaje, el aparcamiento y los accesos, el núcleo zoológico, diversas naves fabriles y almacenes, depósitos de gasóleo y dos vasos colmatados no existen documentalmente en el Ayuntamiento de Orihuela y, lo más grave, tampoco existe una licencia.

La planta, como ya ha publicado este periódico, se encuentra a caballo entre dos municipios: Orihuela y Abanilla y, consecuentemente, depende de dos administraciones: la de Murcia y la Valenciana. El empresario Ángel Fenoll, uno de los propietarios de Proambiente, gestiona los residuos gracias a una autorización concedida por la Consejería de la Región de Murcia, pero el Ayuntamiento de Orihuela considera, y así lo explicó ayer el concejal Zapata, que también debe dar cuenta y legalizar todas las instalaciones que, sin duda alguna, están en suelo oriolano.

El asunto no es menor porque prácticamente toda la basura que llega al vertedero, ya bien sea de Murcia o de Orihuela, entra por la puerta que hay en La Murada, que es la que el responsable de Urbanismo amenazó ayer con cerrar en tanto en cuanto no existan papeles que demuestren que es legal. El diario se puso ayer en contacto con el letrado Isidro Hernández, quien lleva los asuntos de Proambiente, quien se mostró sorprendido por el anunció del concejal socialista. "No sabemos nada ni nos han comunicado nada. Cuando sepamos de qué están hablando, ya contestaremos", aseguró en un tono sorprendido.

Lo cierto y verdad es que las instalaciones no sólo carecen de una autorización del Ayuntamiento de Orihuela, tampoco de la Conselleria de Medio Ambiente. De hecho, Antonio Zapata aireó ayer un documento de la Administración valenciana y fechado en julio de 2008 en el que se solicitaba al municipio que se diera cuenta de estas instalaciones. Según el edil nunca se contestó; de hecho, se ha vuelto a solicitar lo que le ha permitido conocer de este asunto. "Y esto no es culpa de los técnicos, es culpa de los políticos", dijo el edil en clara referencia al Partido Popular, la única formación que hasta 2011 dirigía la gestión en el municipio y a lo largo de la cual el empresario Ángel Fenoll trasladó el vertedero hasta su actual ubicación.

El Ayuntamiento de Orihuela ya se ha puesto manos a la obra y lo primero que ha hecho ha sido saber qué estructuras hay dentro de las instalaciones y ha abierto un expediente en el que se requerirá la documentación a Proambiente para que le dé contestación. En cualquier caso, dijo Zapata, en el caso más que probable que no le dé fehacientemente respuesta de la existencia de documentos que demuestren que todo está en regla, la respuesta será la clausura. El concejal dio un plazo para el cierre de las instalaciones de 15 días, que comenzarán a contar cuando se notifique el expediente.

Lo que está claro es que buena parte del "motor" de la planta se encuentra en suelo oriolano, por lo dicho ayer por Zapata. Elementos fundamentales como el pesaje o la separación de la basura están en suelo de Orihuela y no se pueden habilitar en el de Abanilla de un día para otro.

Acuden a Abanilla a por documentación

Zapata aseguró que para saber realmente qué documentos habilitan la legalidad del vertedero se han dirigido al Ayuntamiento de Abanilla, el otro municipio que se reparte "a medias" la instalación. Quieren conocer qué expedientes existen al respecto sobre la actividad que se desarrolla y si en alguno de ellos aparecen, precisamente, esas instalaciones registradas que, en realidad, están en suelo de Orihuela. Si esto fuese así, el concejal requeriría al Ayuntamiento murciano para que desistiera de sus competencias porque no tendría sentido que esas instalaciones del vertedero cumplieran la legalidad que marca una Comunidad cuando en realidad se encuentran situadas en otra vecina. El edil aseguró que, por ahora, no ha obtenido respuesta.