La localidad de Granja de Rocamora, sus habitantes y sus cosechas quedaron ayer salvaguardadas de enfermedades, plagas, epidemias o desastres naturales con la celebración de la Bendición de los Aires, un ritual que se remonta al siglo XVII. Consiste en agitar las dos banderas de la Santa Cruz en la dirección de los cuatro puntos cardinales para implorar protección. El acto se desarrolla frente al Lignum crucis, una reliquia de la Cruz de Jesucristo cedida por el Vaticano.

Sobre las once y media de la mañana, los sones de la dulzaina y el tamboril abrían el paso a la comitiva que se dirigía desde la Iglesia hasta la Ermita. Encabezada por los representantes de las comparsas de Moros y Cristianos, en la procesión participaban las autoridades municipales, el capitán, los abanderados, las tres reinas de la fiestas patronales y el relicario con la astilla del madero de Cristo bajo palio, así como decenas de feligreses. El cometido era ofrecer un año más los ramos de flores que portaban consigo a la Santísima Cruz y participar en uno de los rituales que caracterizan la idiosincrasia de Granja de Rocamora.

Agricultores

Tras colocar los ramos de flores en la plaza de la Ermita, el párroco procedió a iniciar el ritual para "bendecir los aires" de oriente, occidente, norte y sur. Se trata de una tradición que comenzó en 1604, cuando empezaron las celebraciones para conmemorar la expulsión de los moriscos, y que perseguía y persigue augurar un buen año para las cosechas de un pueblo que continúa hoy intrínsecamente ligado a la agricultura, así como la salvaguarda del bienestar de sus vecinos.

En la conjura, el sacerdote pronunció cuatro oraciones para pedir protección y bendecir cada uno de los puntos cardinales al tiempo que orientó la reliquia hacia dichas direcciones. Al término de cada plegaria, los trabucos de los comparsistas estallaron al unísono inundando el ambiente de olor a pólvora mientras la banda de música entonaba una marcha. Concluida esta parte del ritual, los vecinos expresaron salves a la Santísima Cruz.

Tras esto, los dos abanderados de la fiesta se ubicaron en el centro de la plaza y comenzaron a "arbolear" sendas banderas, que llevan bordadas las inscripciones "Con este signo vencerás" y "Viva la Santa Cruz". Al mismo tiempo, los niños vestidos de ángeles de colores granate y azul, y con una cruz sobre la cabeza, revolotearon entre las banderas, acabando de espaldas uno contra otro.

Al término de la representación y entre vítores y aplausos, los participantes emprendieron de nuevo el camino hasta la Iglesia, donde se celebró la eucaristía del día más importante de las fiestas patronales.

Charanga

Las actividades continuaron en el municipio con comidas de hermandad entre los festeros y entre las familias de Granja, que suelen almorzar juntas en este día.

Por la tarde llegó el acto más desenfadado del día con una divertida charanga que recorrió las calles de la localidad para despedir las fiestas patronales. Concluyó así el reinado de las hermanas Olga, Ana y María La Torre, quienes han ostentado los cargos de reina de la fiesta, de la belleza y de la simpatía, respectivamente, mientras los vecinos del municipio han cumplido un año más con la plegaria que desde hace más de 400 años protege al pueblo y sus cosechas.

Las familias pujan por las banderas

Los dos pendones rojos son uno de los símbolos inequívocos que distinguen a la localidad y, como manda la tradición, los portan aquellas familias que durante la noche del tres de mayo del año anterior han pujado por ellos en subasta. El alcalde de la localidad, José Rocamora, recordó ayer que las cantidades que se han pagado han llegado a alcanzar los 22.000 euros, un dinero que se emplea para sufragar los gastos de la fiesta del siguiente año. Aunque suelen ser los miembros de una misma familia las que se unen para pujar juntos por las banderas, también hay otras opciones como la de este año, en la que 11 personas pujaron de manera conjunta pagando un total de 11.000 euros. Así, anoche estaba previsto que se celebrara la subasta para encontrar nuevos abanderados y comenzar de nuevo el ritual que permita la Bendición de los Aires en 2013. m.a.r.