El pesquero de arrastre "Nuevo Pedro y Loli" se hizo ayer con una captura especial. Un torpedo tipo G-7, de fabricación alemana, datado en la II Guerra Mundial, sin carga explosiva. Fue en aguas murcianas, a unas 4 millas de la Isla Grosa y Cabo Palos, muy frecuentadas por los arrastreros con base en Torrevieja. Pedro Carmona, patrón de la embarcación es experto ya en estas lides. Hace cuatro años desembarcó en la lonja otra pieza de similares características. Ayer explicaba que no pudo dejar el torpedo donde estaba -lo más prudente para el común de los mortales- ya que, una vez atrapado en las artes de pesca y en superficie, el viento de levante impedía cortar los cabos de las redes sin peligro de que el armazón de acero, de casi cuatro metros, chocara contra el casco del barco. Así que decidió embarcarlo a la nave con la grúa.

"El motor comenzó a calentarse" -sinónimo de que soporta más peso del habitual- "al principio pensamos que era una pieza de hormigón y luego vimos lo que vimos", indicó Carmona, "Perín". Cuando llegó a puerto, se desembarcó el pescado de la jornada -lo primero es lo primero- y el grupo de especialistas en desactivación de explosivos del centro de buceo de la Armada de Cartagena se encargaron de certificar que se trataba de la sección inerte del torpedo -los originales portaban 300 kilos de TNT-. También había perdido el sistema de propulsión, que le daba una longitud inicial de 7 metros y un peso de 800 kilos. La Guardia Civil estableció un perímetro de protección "por si las moscas" ante los pescadores, medios de comunicación y curiosos que se arremolinaban en torno al descubrimiento.

Alemán

El G-7 era una arma fabricada por la Alemania nazi, empleado por los temidos submarinos alemanes U-Boot, aunque también podía ser armado por embarcaciones en superficie y utilizados en ejercicios militares de adiestramiento. El capitán marítimo de Torrevieja, Óscar Villar y el subteniente de la Comandancia de Naval de Alicante, Antonio Martínez Guirao, apuntaban ayer a la posibilidad de que hubiera sido empleado en fuego real, algo que está documentado históricamente en aguas de Cartagena, o que procediera de las naves de la Armada Española en ejercicios militares. Se inclinaban más por la primera hipótesis, ya que el armamento utilizado en adiestramiento cuenta con dispositivos para reflotarlos. La pieza de ayer, que presentaba un deterioro evidente, va a ser analizada en Cartagena.