La primera empresa de la Vega Baja por volumen de ventas no es una constructora, raro sería con estos tiempos que corren. Tampoco está ni en Torrevieja, ni en Orihuela, y sus consejeros delegados -probablemente- tendrían dificultades para ubicar su emplazamiento exacto en la comarca. La sociedad que mayor facturación registra dentro de la actividad económica comarcal es el centro logístico de Aldi, multinacional alemana de la distribución en supermercados, situado en el polígono industrial de La Granadina de San Isidro. En torno a 150 millones de euros anuales. Eso es lo que asegura un ranking de empresas realizado por la mercantil especializada "e-informa" para toda la Comunidad Valenciana. También en el mismo polígono está situado el centro logístico de Mercadona, pero sus cifras están englobadas en la matriz valenciana de esta poderosa cadena nacional de supermercados.

Atendiendo al criterio de facturación se encuentran entre las veinte primeras mercantiles "clásicas" como las urbanizadoras y constructoras de Orihuela (Procumasa o Villamartín) y Torrevieja (Residencial Vista Alegre-Villaviñas- TM), la cadena de concesionarios de vehículos oriolana -Marcos Motor (la segunda en el listado, con 63 millones de euros facturados en 2010)- y, sobre todo, mercantiles vinculadas a la importación y exportación de productos hortofrutícolas y el transporte internacional de mercancías con sede en Cox , Pilar de la Horadada y Orihuela-San Bartolomé. Actividades que frente al hundimiento de las constructoras mantienen un nivel de crecimiento estable. Es el caso de Plátanos Cox (41 millones en ventas), Frutas Quirante (26 millones) o Surinver (41) en Pilar de la Horadada, empresas ligadas a la producción agrícola y al transporte de este tipo de productos que junto a otras medianas destacan por su presencia entre las primeras en un listado que ofrece datos de las 5.000 más importantes de la Comunidad en el ejercicio 2009/2010. La cifra de negocio, no obstante, por sí sola no permite evaluar la salud de la empresa, ni su gestión, máxime con unos registros que pueden variar sustancialmente de un ejercicio a otro en plena crisis.

En Torrevieja, capital demográfica de la Vega, la primera empresa en cuanto a volumen de negocio es el Hospital San Jaime, centro privado perteneciente a USP, cadena especializada en servicios sanitarios que cuenta con 22 centros repartidos por toda España, que en 2010 facturó en la ciudad turística 37 millones de euros y que cuenta con casi 400 empleados -aunque la facturación en este caso es sinónimo de generación de empleo, no lo es en la mayoría de las empresas ubicadas en lo más alto. No figura en este listado el Hospital de Torrevieja, concesión privada de un hospital público cuyos datos van agregados a los que ofrecen las empresas socias de la concesión, Ribera Salud y Asisa, pese a que en 2010 arrojaban un volumen de facturación de más de 100 millones euros, solo para el centro torrevejense.

Tsunami económico

La segunda mercantil por volumen de negocio en Torrevieja, es Residencial Vista Alegre (22 millones de euros), sociedad constructora de la marca TM que se situaría en los primeros puestos de este ranking en caso de tener unificadas sus mercantiles, ya que Torreviñas y Villaviñas aparecen también entre las más importantes. Uno de los pocos grandes del sector inmobiliario con "fondo de armario" como para capear el tsunami económico de la crisis en una actividad que tiró de la economía comarcal en los últimos veinte años.

Salud, inmuebles y juegos de azar. Porque la tercera empresa que destaca en Torrevieja por la rentabilidad de su actividad es Bingos Torrevieja, en la calle Ramón Gallud, que factura al año en torno a los 20 millones euros. En cuarto lugar y con participación del Ayuntamiento se sitúa, como adjudicataria de un servicio municipal, Aguas del Arco Mediterráneo, gestionada mayoritariamente por Aquagest y que factura en torno a 20 millones de euros anuales por el abastecimiento de agua de Torrevieja. Otras mercantiles representantes del tejido empresarial son Torrehogar, de venta de equipamiento para el hogar, Alimeco o Valpercan, dedicada a la elaboración de aceites lubricantes y una de las decanas de la ciudad con vocación auténticamente industrial.

Cox, un tejido empresarial singular en el Bajo Segura

El motor que durante muchos años movía la economía de la comarca en las poblaciones del litoral ligado al sector de la segunda residencia, bascula con la crisis al interior con actividades ligadas al sector agrícola e industrial tradicional. Sin lugar a dudas Cox cuenta con el tejido empresarial más sólido en proporción a su peso demográfico de todo el Bajo Segura. Además de una decena de empresas ligadas a la comercialización de género agrícola que rebasan los tres millones anuales de facturación, cuenta con promotoras, productoras avícolas -Avecox (8,9 millones euros en venteas)- e incluso con la sede de un laboratorio farmacéutico internacional, Laboratorios Quinton, volcado en la comercialización de agua de mar microfiltrada en frío y presentada en varios formatos. Se trata de una especialización que se da, aunque en menor medida, en municipios como Callosa de Segura, con una industria redera histórica pero que mantiene su actividad generando beneficios y manteniendo empleo, representada por empresas como Cabos y Redes (5,8 millones de euros de facturación anual) o IRC Internacional, entre otras. D. P.