Orihuela tiene un agujero de cuentas pendientes de pagar que el concejal de Hacienda, Juan Ignacio López-Bas, según el día, eleva a una cifra que va entre los 30 y los 35 millones de euros. La fluctuación se debe a los datos que van dándole los técnicos y que, en cualquier caso, estos deben cerrar a principios de la semana próxima, ya con una cifra exacta, para llevarla a un pleno extraordinario (el viernes o el sábado) y someterla a su aprobación como Plan de Saneamiento o de Ajuste, como se quiera ver, y que para López-Bas es un "compromiso de los 25 concejales de la Corporación" que tendrán que votarlo y aprobarlo (o no), una frase que dirigió especialmente hacia el Partido Popular y Bob Houliston. El edil aseguró que, a priori, para afrontarlo no habrá más subida de impuesto que la prevista por el Gobierno, pero recordó que, en cualquier caso, gravámenes como el IBI no se han incrementado desde el año 94, "y si no nos planteamos una revisión catastral es porque el informe para llevarla a cabo nos cuesta 300.000 euros que no tenemos", dijo.

El concejal apostó también por cuadrar las cifras con una mejor gestión pública antes que a sobrecargar más a los sufridos contribuyentes. Así puso como ejemplo mercadillos que existen y por los que no se cobran tasas, atracciones de feria que se instalaban gratis o nuevos ingresos, como la venta de parcelas en la costa, una idea que capitanea el PSOE y su líder, Antonia Moreno.

López-Bas realizó ayer una comparecencia que admitió fue casi por sorpresa para, en definitiva, dejar una pelota envenenada en el tejado del PP: si se atreverán a decir no a las deudas que ellos han generado durante la anterior legislatura. Por ahora los populares no se han dado por enterados porque, tal y como admitió el titular de Hacienda, el concejal que le tiene que atender en este asunto (David Costa) no le coge el teléfono.

Intereses

El plan de pagos de esos 30-35 millones de euros supone que los dos primeros años el Ayuntamiento sólo tenga que pagar los intereses -entre 700.000 y 800.000 euros-, dejando el capital para los restantes, lo que supone cerca de 3 millones de euros anuales. "En diez años este gobierno puede garantizar que el Plan de Ajustes será el real".

En otro orden de cosas, López-Bas añadió que el pleno de presupuestos se retrasará al menos diez días más sobre la fecha prevista -el 11 de abril, algo que prácticamente se había impuesto el equipo de gobierno como fecha límite para llegar a un consenso- y añadió que se van a encontrar con una agradable sorpresa: el Gobierno enviará 2 millones más de los previstos de la liquidación de 2010, lo cual permitirá hacer inversiones este 2012 en "pedanías, costa y casco urbano".

"Que quiten asesores de la nómina si han de cuadrar las cuentas"

La hoja de ruta de las cuentas municipales la puso ayer sobre la mesa Mónica Lorente, "no estamos dispuestos a que le suban ni un euro los impuestos a los ciudadanos. Si el equipo de gobierno tiene que encontrar 991.000 euros para pagar los préstamos a los acreedores lo que tienen que hacer es quitar de la nómina a todos los asesores, que suman más de 751.000 euros y así sólo les faltarán 230.000 euros". La líder de la oposición añadió que no se cree las promesas del equipo de gobierno y que "se van a subir impuestos que van a afectar del primero al último de los oriolanos. Si hay que apretarse el cinturón, que empiecen por ellos mismos y no por gastarse 3 millones en un nuevo Ayuntamiento". M. A.