Los alumnos del Instituto de Educación Secundaria de San Fulgencio van a clase en barracones desde hace ocho años, las aulas prefabricadas ya cuando se instalaron eran de segunda mano, y las molestias y la carencia de instalaciones no se reducen a que cuando llueve se registren goteras, sino que además los jóvenes de la localidad tienen que ir al instituto al polideportivo municipal. Y es que allí están colocados los barracones, por lo que para ir al aseo van a la instalación deportiva, lo mismo que cuando quieren almorzar (como no tienen cantina, usan la cafetería), y su patio son las pistas deportivas del Ayuntamiento.

La concejala de Educación, Susana Ortuño, y el alcalde, Carlos Ramírez (PP), repasaron la situación ayer para el subdirector territorial de Educación, Jorge Cabo, quien visitó el centro y reconoció que la construcción de un instituto de obra es "urgente". Cabo prometió a las autoridades locales que el de San Fulgencio será el próximo instituto que se construya en la provincia. Tendrá esa prioridad, dijo, "en cuanto la Conselleria de Educación tenga una dotación presupuestaria" (el Ayuntamiento ya tiene la parcela). Mientras tanto, anunció que se haría un plan de acondicionamiento para tapar las goteras (pues con fuertes lluvias algunas clases tienen hasta charcos) y pidió a la empresa de mantenimiento que realice las mejoras necesarias.