El Ayuntamiento de Orihuela ha ofrecido un adelanto de medio millón de euros a la UTE Orihuela Capital de la Vega Baja (que forman las mercantiles Sufi -ahora Valoriza-, Gobancast y Liasur) para que pueda pagar a proveedores y trabajadores, poniendo fin a la huelga de las basuras, pero la propuesta ha sido despreciada. "Nos dijeron que se lo pensarían", aseguró ayer el concejal de Infraestructuras, Pablo Vidal (CLr), quien dijo no entender cómo es posible que el equipo de gobierno se siente a hablar con los interlocutores de las empresas -gerente, asesor jurídico y director de zona- sobre una negociación para poner fin a la protesta y la conversación de estos se centre más en saber si el Ayuntamiento está dispuesto a poner sobre la mesa 16 millones de euros para rescindir el contrato que a cualquier otra cosa. "No vamos a dar un euro", añadió el concejal que volvió a reiterar que se está haciendo todo lo posible para que la huelga acabe cuanto antes... si la empresa quiere.

Aunque ni Vidal ni su compañera de Contratación, Asun Mayoral (CLr), lo quisieron ver así, el ofrecimiento del adelanto de medio millón de euros, parece más una cesión al chantaje, del que acusó el pasado lunes el alcalde a la UTE, más que otra cosa. Además, este ofrecimiento se realizó al mismo tiempo que se conocía que el propietario del vertedero, el polémico Ángel Fenoll -quien según el "caso Brugal" es propietario de dos de las tres empresas que conforman la UTE, y así lo declaró al juez un directivo de Sufi- ordenaba el cierre de la misma para que no pasen los camiones de la basura que realizan los servicios mínimos. Es decir, Fenoll "ahoga" aún más la huelga y lo hace reiterando que la UTE le debe hasta 2,5 millones de euros por la eliminación de los residuos.

Vidal aseguró ayer que el Ayuntamiento pondrá en conocimiento de la Dirección Territorial de Trabajo que no se están cumpliendo los servicios mínimos e informará también a la empresa y a los trabajadores la apertura de otro expediente más por este nuevo incumplimiento del que se pueden derivar responsabilidades para ambas partes. Así las cosas, el Ayuntamiento parece estar atado de pies y manos por la UTE y por los trabajadores. La empresa no acepta el medio millón para pagar a proveedores y poner fin a la protesta de su plantilla; y los empleados no cumplen los servicios mínimos pactados, que eran el mantener líneas de trabajo en Orihuela, pedanías y el litoral. Tal y como ayer lo pintó el concejal de Infraestructuras -"no hay huelga en la que se cumplan los servicios mínimos", admitió- lo único que pueden hacer es pagar los 16 millones de euros que les reclama la UTE para zanjar el contrato porque sólo así acabaría esta protesta que dura ya cuatro días.

Otras salidas

Pero el Ayuntamiento tiene dos salidas más al conflicto que pasan literalmente por saltarse cualquier negociación. La primera, que ya adelantó ayer este periódico, sería asumir el control de la limpieza viaria si se declara una situación de riesgo sanitario, una probabilidad que va en aumento a medida que el número de bolsas de basura va creciendo en las calles y con ello los problemas de salubridad; la segunda sí tiene día: el 7 de marzo, fecha en la cual tiene que estar resuelto el expediente abierto el 7 de diciembre para resolver el contrato de las basuras por el incumplimiento del pliego de condiciones. Estos 27 días que faltan hasta entonces no son fáciles porque se necesita concluir el expediente -se está a falta de los informes jurídicos tras las alegaciones presentadas por la UTE- y enviar con carácter de urgencia al Consejo Jurídico Consultivo la resolución para que informe en un plazo que llevará entre siete y diez días.

Partido Comunista

Por otra parte, el Partido Comunista de los Pueblos de España comunicó su "apoyo a la legítima huelga de los trabajadores", acusó al alcalde de ser él quien "chantajea a la clase obrera" y consideró que el problema surge por "las políticas de privatizaciones de los servicios municipales". El PCPE "seguirá luchando por la municipalización de los servicios municipales como única alternativa para acabar con la corrupción y los pelotazos". Izquierda Unida ya se manifestó el lunes en el mismo sentido.

¿De dónde salen los 16 millones de euros?

La UTE ha puesto un precio al fin de la huelga: 16 millones de euros, cantidad con la que daría por resuelta la contrata marchándose cada una de las empresas a su casa y repartiéndose el botín para hacer frente a los gastos. La explicación que le ha dado al Ayuntamiento para llegar a esta cantidad no es fácil de entender por los responsables municipales: tienen que pagar por la amortización de la maquinaria, por la deuda pendiente -tres meses, a razón de unos 790.000 aproximadamente- y por tareas extra que se está negando a pagar desde el pasado verano el equipo de gobierno, como fue la recogida de algas (Vidal alegó para no dar ni un euros que se pesaban mojadas y no secas). La UTE no dice nada de pagar por sus incumplientos. M. A.