El frío y la sensibilidad de muchos ciudadanos, que están aguantando bolsas de basura en sus casas, ha permitido que las pilas no superen la altura de los contenedores instalados a lo largo del municipio y que, curiosamente, en muchos puntos del término son insuficientes para lo que se exigía en el pliego de condiciones. La respuesta a la pregunta es fácil, la basura aún no huele, pero nadie duda que el hedor comenzará a extenderse, probablemente, hoy mismo si suben las temperaturas.