Una multa de 40 euros y el enganche de la grúa. Es lo que obtendrá cualquiera que aparque su vehículo en zona naranja fuera del horario de pago de la ORA si no dispone de acreditación de residente. Así será a partir del día 20 de febrero (hasta entonces se ha dejado un "plazo de cortesía" para que los conductores tengan tiempo de enterarse de los cambios), cuando la Policía Local recibirá la orden de comenzar a revisar los salpicaderos de los coches estacionados en el centro de Orihuela comprobando que tengan a la vista la tarjeta que expide el Ayuntamiento a aquellos que la hayan solicitado y cumplan los requisitos, a saber: ser el propietario del vehículo, estar al día en el impuesto de circulación y estar empadronado en una calle de zona azul.

El concejal de Servicios de Orihuela, Pablo Vidal (CLr), anunció ayer que ya hace días que los solicitantes han comenzado a recibir de manos de la empresa que explota la zona azul ("Esma Park") sus acreditaciones de residente. El Ayuntamiento ha resuelto positivamente 180 solicitudes de unas 300 recibidas y evaluará uno por uno los casos dudosos y las nuevas peticiones.

De este modo, las plazas marcadas con las líneas azules y naranjas quedan restringidas a quienes paguen un ticket (tiempo máximo dos horas, 1,5 euros) en horario de 10 a 14 horas y de 17 a 20 horas entre semana, así como por las mañanas los sábados. Fuera de ese horario (es decir, de 14 a 17 horas y de 20 a 10 horas del día siguiente, los sábados por la tarde y los domingos completos) sólo podrán aparcar los residentes acreditados.

Así, si usted aparca a media mañana para hacer cualquier gestión y piensa quedarse a comer en el centro de Orihuela, acuérdese de cambiar su vehículo de sitio antes de las dos, o si lo aparcó por la tarde para hacer unas compras recuerde no dejarlo pasadas las ocho. De lo contrario, lo que se encontrará en el parabrisas no es el aviso de un empleado de la empresa que le recomienda introducir tres euros en la máquina para evitar la multa, sino más bien una notificación de la Policía con una sanción de 40 euros (según la Ordenanza de Tráfico). Y eso si no tiene que ir a por el coche al depósito.

Por otro lado, también en la misma fecha está previsto que entre en vigor la zona azul en nuevas calles. Esta nueva ampliación del espacio de aparcamiento de pago afectará, según anunció ayer el edil, al tramo de la calle Valencia comprendido entre las intersecciones con Avenida Duque de Tamames y calle Limón; a la calle Limón entre las calles Castellón y Reyes Católicos; y a la Avenida Teodomiro desde Avenida de la Vega hasta la estación intermodal.

En esta última zona se va a reservar un tramo (a la altura de la calle Huerta, del bingo o de "Vitaldent") para carga y descarga, y se está estudiando hacer lo mismo en la calle Limón a petición de los comerciantes de la zona.

"Se están buscando aparcamientos disuasorios"

El concejal de Infraestructuras, Servicios y Aseo Urbano, Pablo Vidal, señaló ayer que la puesta en marcha de la zona naranja significa "aplicar al 100% la ordenanza, que no se estaba cumpliendo, y atender la demanda de ciudadanos que solicitaban tarjetas de residente". Sin embargo, conocedor de que puede generar incomodidades a las personas que no tengan una autorización para aparcar en zona reservada a residentes, dijo que "la ordenanza está abierta a modificación para solucionar problemas".

Asimismo, Vidal añadió que "paralelamente se van a acondicionar aparcamientos disuasorios". Algunos no los quiso desvelar porque las decisiones no están cerradas, aunque sí mencionó que se rebajarán los baches del solar tras Las Salesas con una capa de zahorra (seguirá siendo gratuito) y se sumarán entre 80 y 100 plazas en Avenida de la Vega (desde "Consum" hasta el colegio Oleza), pues el aparcamiento pasará a ser en batería. e. g. b.