Más de cien empresarios del polígono Casa Grande de Torrevieja han constituido una asociación para mejorar este espacio comercial e industrial y pelear por inversiones. El colectivo se formalizó como asociación el pasado 15 de noviembre y cuenta con los empresarios José Antonio Manresa y Pepe Ríos, como presidente y vicepresidente. Durante sus primeras semanas de vida ha logrado doblar el número de asociados -de la cincuentena inicial al centenar actual- y espera agrupar a las más de doscientas actividades que se desarrollan en esta zona de Torrevieja, entre empresas industriales, de servicios y ocio.

Manresa y Ríos se muestran prudentes a la hora de fijar los objetivos de la entidad porque, en primer lugar, desean consolidarla dada las limitaciones actuales, tanto de los propios negocios como de los recursos municipales. Pero sí tienen claro algunas prioridades por los que deben trabajar y entienden que la zona debe estar preparara para afrontar nuevos desafíos con la apertura de nuevas áreas de equipamiento municipales y superficies comerciales que han reactivado el paso de visitantes.

La primera de las reivindicaciones y la más obvia es intentar paliar los problemas de drenaje de agua y las inundaciones que se producen en algunos puntos del polígono cada vez que llueve; especialmente, en torno a la avenida de Rosa Mazón y calles perpendiculares y en la avenida de Delfina Viudes.

Una situación, explican, que salpica además al funcionamiento de las propias empresas porque el agua no sólo anega los viales, también desborda las canalizaciones de acometida de alcantarillado dentro de las naves y empresas lo que paraliza esas actividades durante horas.

No estás, no existes

El colectivo, además, va a trabajar para poner en el mapa al propio polígono. Porque lo cierto es que sus docenas de calles no aparecen en los sistemas de navegación por GPS, pese a estar correctamente inscritas en el callejero municipal. La señalización vertical brilla por su ausencia en todo el polígono. Los conductores pueden ser dirigidos a las playas o a cualquier otro barrio de Torrevieja sin saber que están en la zona industrial y de ocio que estaban buscando. Una mejora de la señalización también de cara a la seguridad vial que además evitaría algunos accidentes que se producen en los principales cruces. Otra de las metas que se han fijado la nueva asociación es intentar mejorar el servicio de limpieza municipal, insuficiente, tanto en frecuencia de paso como en número de contenedores para actividades que generan muchos residuos específicos, como es el caso de aceites o embalajes.

También plantean la creación de aparcamientos alternativos para evitar la imagen de vehículos sobre las aceras y dar mayor fluidez al tráfico de vehículos pesados, además de proponer parada de línea de bus urbano, crear nuevos pasos de peatones y adaptar y mejorar las aceras a personas con movilidad reducida, en función de una demanda más comercial que industrial.

De la periferia a un área de crecimiento estratégica

El polígono industrial Casa Grande, el único de sus características en Torrevieja, comenzó a ser una realidad a finales de los ochenta en la periferia del casco urbano, aunque con una escasa planificación inicial. En la actualidad suma más de trescientos mil metros cuadrados de suelo. El crecimiento urbanístico de las últimas décadas lo ha situado en una zona estratégica de comunicaciones entre grandes zonas comerciales de Torrevieja -como Habaneras y Carrefour- y la avenida de las Cortes Valencianas, las instalaciones de las renovadas zonas deportivas municipales y futuros equipamiento, como el recinto de mercadillo y feria de atracciones.

Durante estas tres décadas de andadura se han asentado actividades industriales como talleres de automoción, chapa y materiales de construcción, otros volcados en el sector servicios y alimentación de mayoristas, caso de Dialsur o Gros Mercat, además de los numerosos locales de ocio como los pubs alrededor de la avenida de Delfina Viudes, así como algunas discotecas. Además, ha comenzado a levantarse una nueva zona comercial frente al parque acuático en las parcelas que todavía quedan libres. No es la primera vez que los empresarios asentados en la zona se organizan para intentar mejorarla. Ya lo hicieron en un par de ocasiones en los años 90 pero ni tan siquiera llegaron a formalizarse jurídicamente como asociación. D.P.