Fue una operación inmobiliaria de esas que se han hecho tan difíciles desde que comenzó esta terrible crisis. Magdalena Rey consiguió vender a un matrimonio ruso residente en Torrevieja una vivienda que tenía en el municipio de La Vila. De la operación se levantó escritura pública y ella recibió en pago de la casa un cheque nominativo de una entidad con sede en una urbanización de Orihuela Costa que, a día de hoy aún no ha podido ni cobrar ni ingresar en su cuenta porque, sencillamente, lo perdió. De eso hace un año y medio porque la operación se firmó el 2 de agosto de 2010. El curioso asunto ha terminado en un juzgado de Orihuela porque los compradores de la vivienda no están dispuestos a hacerle uno nuevo y al ser un banco de Orihuela se declaran estos juzgados los competentes para resolver el pleito. Los rusos pagaron y si ella no ha retirado el dinero de la cuenta, es un problema suyo, no de ellos. La entidad bancaria, situada en una urbanización lujosa, le recomendó que iniciara un procedimiento para solicitar la anulación y, atendiendo a la legislación y a las circunstancias del caso, estarían dispuestos a hacerle uno nuevo,... siempre y cuando los propietarios no se opusieran. En ello está la mujer porque el magistrado que lleva el caso tendrá que resolver sobre derechos y amortizaciones pero, previamente, tendrá que declararlo nulo.

¿Dónde está el cheque? Eso nadie lo sabe y eso que Magdalena lo ha buscado por todos esos sitios en los que uno se pararía a pensar que puede estar, pero no aparece. Al tratarse de un cheque nominativo tampoco ha ido nadie al banco a que se lo abonen. Lo único que sabe la mujer es que cree que se le perdió en un viaje a Majadahonda y así se lo expresó al juez que tendrá que resolver este asunto. La afectada ha solicitado una resolución al magistrado a través de la cual anule el cheque inicial para que entonces el banco le pueda hacer otro nuevo.