"Me voy a mojar", anticipó el conseller de Educación, José Císcar en su comparecencia en rueda de prensa en el salón de plenos del Ayuntamiento ayer. "Antes de que termine el primer trimestre de 2012 las obras del colegio Acequión habrán comenzado". Císcar anunció, sin que se le preguntara por este asunto, que la "ficha" del centro ya ha pasado por sus manos y que los 5,8 millones de euros necesarios para la remodelación y ampliación serán liberados para adjudicar de forma inmediata. "El colegio Acequión va a ser realidad en muy poco tiempo. Vamos a conocer muy pronto la adjudicación de la obra, firmar el contrato y el acta de replanteo. Por eso puedo decir con total seguridad que antes del 31 de marzo las obras estarán en marcha". El plazo sólo es creíble porque todo el procedimiento administrativo previo está culminado desde el verano de 2010. Incluso la valoración de las ofertas de las 60 empresas que se presentaron a la contrata. A finales de ese año la Generalitat se quedó sin presupuesto o lo derivó a otras que creía más urgentes -algo que no ha quedado claro-.

Ahora la presión de los padres durante meses y la lamentable imagen de abandono del recinto actual, arrasado por los actos vandálicos y trasladada al equipo de gobierno, ha forzado a la administración autonómica a comprometerse con esta actuación y despejar la incertidumbre por el anteproyecto de presupuestos en el que las partidas de Educación para inversiones no están especificadas.

Quince meses

El alcalde Eduardo Dolón (PP) dijo que el compromiso de Educación "es el mejor ejemplo que le podemos dar a la comunidad escolar" de que los "políticos que tenemos cierta responsabilidad cumplimos. Estamos trabajando muchísimo. Doy la enhorabuena a la comunidad escolar del Acequión por su paciencia y comprensión. Siempre les hemos hablado claro y de cara".

Olvidó mencionar que fue la administración autonómica, con el visto bueno de la local, la que forzó a marcharse a los alumnos en septiembre de 2010 de las aulas y trasladarse a barracones con otra promesa de que las obras serían inminentes y comenzarían ese mismo mes. De hecho, esos 320 alumnos ya se "comieron" el curso 2010/2011, en barracones, el actual va por el mismo camino y es muy probable que deban soportar buena parte del 2012/2013 en las mismas condiciones, pese al inicio de la inversión, porque el plazo de ejecución previsto es de 15 meses.

El conseller hizo una promesa mucho más genérica de acabar con los colegios que llevan barracones en la ciudad, como es el "Amanecer" (en prefabricadas desde el 29 de septiembre de 2005) o el Número 13, Ciudad de Oviedo, "antes de terminar esta legislatura", dijo.