Bob Houliston, el concejal del Partido por la Costa (Claro) que entró en coalición con Centro Liberal Renovador (CLR) y que es fundamental para un gobierno antiPP en Orihuela, ya ha puesto sobre la mesa que no está dispuesto a seguir dando por mucho más tiempo un cheque en blanco a Monserrate Guillén (Los Verdes) para que siga de alcalde y ha exigido que no haya más injerencias de otros concejales en la costa, donde no quiere más presencia que la suya, según la información recabada por este periódico en fuentes del equipo de gobierno. Al edil, por ejemplo, le sentó muy mal que hace dos semanas la portavoz, Antonia Moreno (PSOE) omitiera que fue su partido el que presentó una iniciativa en Europa para frenar la construcción en Cala la Mosca y que de ahí hayan venido el interés de la Unión Europea. Igualmente ha visto otras iniciativas de concejales de PSOE y CLR en el litoral como una intromisión en sus competencias.

Las tensiones entre Houliston y, especialmente, el portavoz de CLR, Pedro Mancebo, comenzaron en agosto pero se han agudizado desde hace dos semanas, concretamente, horas antes del último pleno. Ese día, en una reunión preparatoria, puso las cosas claras y, de hecho, algunos pensaron que como prueba de fuerza ni tan siquiera iría a esta sesión.

Houliston, quien admitió el pasado junio a preguntas de este periódico el haber recibido dos llamadas de afines al PP interesándose por su situación en la coalición con CLR, ha ido, según diversas fuentes del equipo de gobierno, por su cuenta desde el 11 de junio, sin atender a las directrices de su jefe de grupo, Pedro Mancebo. A preguntas de este diario, el portavoz de los liberales fue escueto, "no tenemos ningún problema con Claro". Otra cuestión es la relación entre éste y su formación.

Futuro

Desde ese pleno, el equipo de gobierno ha comenzado a contar los días porque nadie sabe cuál es su futuro. Si Houliston se niega a apoyar, a corto o medio plazo, las propuestas del equipo de gobierno dejaría en minoría a Guillén frente al Partido Popular y, consecuentemente con ello, haría ingobernable el Ayuntamiento.

Otra cuestión es que el edil apoyara una moción de censura del PP, algo improbable, según las fuentes consultadas por este periódico, porque la legislación se cambió hace pocos meses, precisamente, para evitar estos casos. A Mancebo, entonces, le sobraría con echar del grupo a Houliston para que no éste pudiera respaldar una moción de censura, algo que por ahora ni se plantean. De hecho, Guillén se ha puesto manos a la obra para intentar enderezar el rumbo, lo que no es fácil porque Houliston, según diversas fuentes, sólo escucha en estos momentos la voz del secretario del Ayuntamiento, Virgilio Estremera, cuando se refiere a cualquier asunto público.

Otra cuestión muy distinta es las posibilidades de que el "tripartito" continuara gobernando en minoría porque el PP tendría suficiente con quitarle los sueldos (con el apoyo de Houliston) y, consecuentemente con ello, convertir en humo y en pocos meses el pacto de gobierno que iba a cambiar Orihuela.

PARTIDO POPULAR

Algunos la denominan ya la "Operación Papa Noel"

Mónica Lorente negó a este periódico el que se haya entablado en las últimas semanas negociación alguna con Houliston para que le dé un respaldo que la devolvería a la Alcaldía. Otra cuestión muy distinta es lo que se comenta desde hace días en los pasillos de la sede del Partido Popular, donde por primera vez se respira un cierto optimismo y, aseguran, que la líder popular ya ha puesto fecha a su retorno al Palacio del Marqués de Arneva, "para Navidad".

La que fuera regidora tendría un trampolín para volver al primer lugar de la vida pública local y política provincial después de haber perdido uno de los ayuntamientos más importantes de la provincia de Alicante y santo y seña de su partido. La "Operación Papa Noel", como algunos ya la denominan, terminaría con una pesadilla para el PP de Orihuela que comenzó el 22 de mayo y que al cabo de cuatro meses amenaza seriamente con acabar con las familias que han gobernado esta ciudad. La que fuera alcaldesa, en la entrevistada a este periódico el pasado domingo, ya aseguró que con esta forma de gobernar la ciudad había perdido cien días y volvió a insistir en que es más posible un pacto entre PP y CLR -a pesar de lo mal que se llevan- que entre los liberales y los partidos situados a la izquierda del ayuntamiento M. A.