Más de un siglo de historia será historia dentro de unos días en San Isidro. Han comenzado las obras para demoler la estación de cercanías "Albatera-Catral", que es (era) el edificio más antiguo de este municipio -la población se construyó a mediados de los años cincuenta del pasado siglo y algunas de las dependencias del edificio datan de finales XIX-.

Es el AVE el que se lleva por delante esta estación que caracteriza el paisaje urbano de San Isidro en su acceso desde Catral. Frente al apeadero que se está desmantelando se ha improvisado otra estación en módulos prefabricados para dar servicio a las 400 personas que a diario la utilizan para tomar el popular tren de cercanías Alicante-Murcia, según explicaba el alcalde de San Isidro, Fernando Morales (PSOE). San Isidro es uno de los municipios más pequeños de la comarca, con poco más 1.800 vecinos, pero a esta parada también se acercan residentes de Albatera, Dolores, Catral e incluso Almoradí con sus vehículos particulares hasta el aparcamiento de la parada para acudir a sus puestos de trabajo, sobre todo en Elche y Alicante. El alcalde explica que esas instalaciones provisionales, que se pusieron en marcha hace unos 15 días permanecerán al menos durante todo el 2012 y recuerda que la infraestructura del AVE, que no hace parada en San Isidro, sí permitirá modernizar el trazado del tren de cercanías, uno de los más obsoletos de España, pese a ser, también, uno de los más rentables y utilizados.

Pérdida

No parece que el municipio haya alegado con excesiva contundencia esta pérdida patrimonial - algo que sí hizo para salvaguardar su palmeral-. Aunque en el municipio vecino de Albatera se han expresado algunas quejas públicamente por la demolición. Esta zona fue término de Albatera hasta que San Isidro se segregó en 1993 y por lo tanto el inmueble también forma parte de su historia.

El edificio de mayor valor patrimonial, el de las cocheras de madera, desapareció en primer lugar. Un tipo de inmueble muy característico de la implantación del ferrocarril en la provincia a finales del XIX y que Torrevieja o Algorfa han conservado por su valor histórico, aunque por esas ciudades ya no pasa un tren desde los ochenta, ni por supuesto, el AVE, con unas dimensiones que hacen incompatible su permanencia en el mismo lugar. De las instalaciones de esta vieja parada se va a conservar la marquesina metálica que lo caracteriza para dejar un recuerdo en el casco urbano y que es el único elemento que se puede trasladar.

Pero la estación no es lo único que se lleva por delante este AVE en San Isidro. Las obras, que comenzaron en febrero, también obligarán a desmantelar un espectacular puente inaugurado el 27 de octubre de 2004 que se construyó con dinero de la Diputación para salvar sin peligro el paso a nivel con barreras y dar fluidez al tráfico de camiones que se dirigen a los polígonos desde la CV-909. Nadie pensó en su día en las obras del AVE y se levantó esta infraestructura con un galibo (altura) y luz (anchura) insuficiente para dar paso al tren y a su plataforma. Para realizar el puente se invirtieron 2,2 millones de euros -afectando, además a la zona protegida del Cabezo-. Ahora se está construyendo otro, más cerca del municipio, con las dimensiones adecuadas para que el tren "quepa". El puente seguirá prestando servicio hasta que se concluya el nuevo.

Con ese mismo presupuesto de la Diputación de 2004 se realizó un paso elevado peatonal para conectar la zona del casco urbano con la estación y que se va a desmantelar también. Por el mismo motivo. Los vagones "del avión que vuela bajo" no caben. Cuando toda la infraestructura del AVE sea una realidad en San Isidro la estación definitiva de la línea de cercanías se ubicará en el margen que está junto al casco urbano. Sí se ejecutará además un paso subterráneo para que, sobre todo, los propietarios de viviendas al otro lado de la vía puedan pasar.

Impacto ambiental y visual

La plataforma del AVE en San Isidro tiene un impacto visual evidente en el paisaje del municipio caracterizado por la llanura de huerta. Es un talud de cinco metros que hace temer a la oposición del PP en el Ayuntamiento un futuro efecto barrera que pueda generar inundaciones. "Esperemos que los puentes de evacuación estén bien calculados", explica el edil de esta formación Joaquín Pastor.

Las obras también han tocado un extremo del Palmeral. Los árboles afectados fueron trasplantados a los dos polígonos pero buena parte de ellos se han secado. Además al PP le preocupa en estos momentos los desperfectos que causa el paso de maquinaria pesada por los caminos de huerta y reclamará su reposición.

Alquileres y más trabajo para los bares

Las obras del AVE tienen también efectos positivos sobre la vida diaria y la economía de San Isidro. Desde hace ocho meses el municipio está "tomado" por los trabajadores de las empresas que realizan las obras, tanto del tramo entre Crevillent y San Isidro -el más avanzado y con un presupuesto de 64 millones euros- como el siguiente desde esta población a Orihuela - con otros 182 millones de presupuesto-. Algunos de esos trabajadores, sobre todo los procedentes de algunas subcontratas de Portugal, se han instalado en el pueblo, han alquilado viviendas y acuden a diario a los bares para comer o cenar. "Esos bares están aguantando el tirón de la crisis gracias a las obras", explicaba ayer el alcalde. Unas actuaciones que podrían prolongarse hasta 2014 en algunos puntos aunque el trazado del AVE desde San Isidro a Crevillent, con la plataforma elevada sobre la huerta ya forma parte del paisaje. D. P.