María González García (Orihuela, 1984) siempre ha conseguido excelentes notas. A los 8 años entró en el Conservatorio de Orihuela (especialidad Clarinete) y estudió hasta los doce años en el Colegio Cervantes de Albatera y más tarde en el oriolano de El Carmen. Su Bachillerato de Humanidades lo terminó en el instituto Tháder con matrícula de honor. Ahora da clases en Orihuela, está casada y es un orgullo.

¿Cómo se consigue ser una estudiante brillante?

Con capacidad y mucho esfuerzo. También hay que implicarse y dedicarle mucho tiempo.

¿Se le han abierto puertas con este Premio Nacional?

Bueno se te abren las puertas con más formación. Con mis notas puedo decir que he tenido mucha suerte de tener trabajo a diferencia de otros ganadores del Premio Nacional que están en el paro y viviendo de becas para seguir investigando. Estoy trabajando como profesora asociada por las tardes en la Universidad de Alicante en el Departamento de Psicología Evolutiva y Didáctica. Estoy en el segundo año de los estudios doctorales sobre un trabajo de investigación que trata sobre los perfiles cognitivos en el alumnado con alta capacidad intelectual, que está subvencionado por Consellería de Educación. Por las mañanas doy clases a los niños del colegio Fernando de Loaces.

¿Cuál es su labor con los niños con alta capacidad intelectual?

En mi clase tengo un caso de un menor que es un superdotado, que está más evolucionado que el resto. Mi labor consiste en intentar integrarlo, darle actividades que potencien su capacidad y que no se aburra con rutinas. Le dejo, por ejemplo, laberintos o juegos de memoria. A lo largo de mi trabajo me he encontrado con tres alumnos similares y la gente siempre me dice que siempre aparecen en mis clases, pero estoy segura de que en todos los colegios siempre hay uno.

¿Cómo los detectas?

Pues suelen hacer más preguntas que el resto, terminan antes sus tareas o llegan a soluciones de los problemas por otros métodos que la mayoría.

¿Se ha propuesto seguir aumentando tu formación?

No lo descarto. De momento sigo con la tesis doctoral y me gustaría presentarme a oposiciones para inspección educativa.

¿Trabaja en lo que siempre soñó?

Siempre he tenido muy claro que quería dedicarme a la docencia. Puede ser que se me haya contagiado de mis padres. Ellos también son profesores y me decían que me dedicara a otra cosa pero desde pequeña siempre he soñado con dar clases y me gusta enseñar a los niños. También me decían en secundaria y en bachiller que con mis notas estudiara arquitectura o derecho pero a mi me gustaba ser profesora.