Dos meses le ha bastado a Juan Ignacio López-Bas, concejal de Hacienda en Orihuela, para hacerse una idea de la situación económica del Ayuntamiento y llegar a una conclusión: "Más que crítica, es vergonzante; además de preocupante". Al edil no le cuadran las cuentas y ayer salió en rueda de prensa para dar una mala noticia a los proveedores: no cobrarán porque el actual equipo de gobierno no va a hacer lo mismo que hacía el Partido Popular, como era autorizar pagos con reparos (es decir, servicios o bienes que se encargaban sin que existiera previamente partida presupuestaria). Y la cifra que se ha encontrado López-Bas asusta: 17 millones de euros. El edil está viendo día sí y día también por los pasillos de las concejalías a dueños de esas empresas cargados de sus facturas, firmadas por el anterior equipo de gobierno del PP y que no le quieren pagar porque Intervención no da su visto bueno y ellos tampoco. "Sus facturas -dijo López-Bas- están bloqueadas y, si no se están tramitando, que sepan (los proveedores) que es mentira que la culpa sea nuestra". El edil añadió que la única solución pasa por pagar con un préstamo del ICO (Instituto de Crédito Oficial), aunque todos no cabrán y habrá un filtro. El concejal no dio plazos porque el Ayuntamiento pasaría de ser deudor de empresas privadas a serlo de una pública sin comérselo ni bebérselo y en estos momentos ya debe 45 millones de euros a bancos y está al límite de su endeudamiento.

Entre los acreedores el edil citó a Iberdrola, compañía a la que se adeudan 2,5 millones de euros y con la que se ha tenido que acordar un plan de pago porque tenía la sartén por el mango: iba a cortarles la luz. López Bas entendía ayer que el PP les ha colocado entre la espada y la pared con los proveedores porque muchos dependen del cobro de las facturas para salir adelante. "A la empresa que nos suministra papel higiénico y productos de limpieza se le adeudan 42.000 euros y el gerente nos ha dicho que si no cobra echa el cierre", decía en tono lacónico. Al Consorcio de Bomberos se le adeudan 450.000 euros y a Telefónica ni se sabe, después de sonrojarse algún edil tras ver facturas de hasta 2.000 euros en un mes de algún funcionario.

Pero en los últimos días el equipo de gobierno, asegura, se ha encontrado con otro problema añadido: están apareciendo nuevas facturas de los últimos meses de gestión del PP que sus ediles "se niegan a firmar". Ante esta situación, López-Bas anunció que se les iba a enviar un requerimiento notarial o acuse de recibo para que o firmen o se vean ante el juez. "¿Qué pasará?, probablemente que esos acreedores llevarán al juzgado al Ayuntamiento y, obviamente, tendrán que citar como testigo de la deuda al concejal que no quiere firmar la factura", dijo.

Deshacer entuertos

El concejal admitió que como oriolano ha vivido con una venda en los ojos, pero que desde que llegó al equipo de gobierno (por CLR) los tiene muy abiertos porque no le ha quedado otro remedio y ha comenzado a deshacer entuertos, como la documentación del cierre contable de 2010 al Ministerio de Hacienda, que no fue remitida en tiempo y forma por el PP, "con el riesgo de perder los tributos que paga el Estado". De hecho, ni siquiera se habían iniciado los trabajos.

¿Genera ingresos el Ayuntamiento? Claro, pero la mala gestión del PP, según López-Bas, ha hecho perder una cifra que marea: 47 millones y que deberían haber sido ingresos de todo tipo, desde el ciudadano que no paga sus impuestos y nadie se lo reclama, hasta la Administración que subvenciona un curso y nunca lo abona. De hecho, el concejal de Hacienda ya dijo ayer que 13 o 14 de esos millones están en situación de "dudoso cobro" y por el resto tendrán que pelear por algo que se tenía que haber hecho hace mucho tiempo. Por poner un ejemplo, el edil aseguró que en 2003 se detectó un chalé valorado en 1,6 millones de euros al que ocho años más tarde nadie le ha reclamado tributación alguna. Está claro que si se le quiere cobrar tendrá que ser de los últimos años, porque los primeros ya han prescrito.

Pero, curiosamente, el hecho de que el Ayuntamiento no cuadrara las cuentas; es decir, presupuestara unas cantidades y después gastara otras de partidas inexistente, genera que al menos contablemente éstas arrojen un remanente positivo de 30 millones de euros, dinero obviamente que no está porque nadie se ha encargado de cobrar. "Este es el problema que tiene este Ayuntamiento -dijo-. Se ha llegado a esta situación por una deficiente gestión de los ingresos porque sólo llega el 70% (del presupuesto); sin embargo, el anterior equipo de gobierno gastaban por encima de lo presupuestado y por fuera. El presupuesto se quedaba en un cajón porque las concejalías no tenían respeto a las normas".

Plan de contención con Suma y Catastro

La situación actual sólo puede llevar al equipo de gobierno a poner en marcha un plan de austeridad en el gasto. "El Ayuntamiento tiene que ahorrar y se han tomado medidas como negociar las concejalías con los proveedores para encontrar precios justos y de mercado, desechar la costumbre de aceptar precios excesivos porque sabían (los proveedores) que iban a cobrar tarde". También, como ya publicó el diario, se han puesto a trabajar con Suma (para el cobro de impagos) o con el catastro para la actualización de valores, desfasados porque no se actualizan desde 1993. M. A.