La directora del colegio ucraniano de Torrevieja, Natalia Zhezhnyavsha junto al concejal de Educación, Daniel Plaza, y la edil Agustina Esteve presentaron ayer el inicio de curso de este singular centro educativo de la ciudad. Desde 2005, la comunidad ucraniana de Torrevieja cuenta con cursos de formación para sus miembros más jóvenes y desde 2007 esa formación está homologada con los cursos oficiales del gobierno ucraniano, a través de la escuela oficial de Kiev. Ahora el colegio, que usa diez aulas del Colegio Público Virgen del Rosario de Torrevieja en horario de fin de semana, cuenta con sesenta alumnos y seis profesores. Alumnos de 6 a 21 años, de primero de Primaria a Bachiller.

Natalia Zhezhnyavsha explicaba ayer que las familias de ucranianos en España no quieren que sus hijos pierdan sus raíces y cultura. Por eso esta actividad docente comenzó con talleres de lengua y cultura ucraniana. En Torrevieja están empadronados 2.300 vecinos de este país eslavo, aunque residen de forma habitual unos tres mil. Llegaron a principios de la década pasada de la mano de la bonanza económica para llevar a cabo trabajos en la construcción.

La crisis española les ha afectado mucho pero la mayoría han optado por no regresar porque en su país, que celebra el 25 de septiembre el 25 aniversario de su independencia desgajado de la Unión Soviética, las cosas tampoco han mejorado mucho. Este escuela ucraniana única en la ciudad también es un reflejo de la propia diversidad que se da en Ucrania. Así, buena parte de los alumnos matriculados son de habla rusa y estudian en este centro para aprender ucraniano puesto que en este país el predominio del ruso es muy importante al este, junto a la frontera. El próximo sábado inauguran el curso con la tradicional fiesta de la primera campana en el centro escolar.

Oficiales y homologados

Zhezhnyavsha, también secretaria de la asociación ucraniana de Torrevieja, explica que muchas familias se enfrentan con el deseo de sus hijos de volver a su tierra y el de los padres de permanecer en España y esta escuela sirve también para reencontrarse con la cultura que dejaron en Ucrania.

Ahora este centro está tramitando la homologación de algunas de las asignaturas que los pequeños realizan en su colegio habitual español, como educación física, a los estudios de Ucrania. En el mismo sentido explicó que la crisis económica ha dejado en mala situación a los inmigrantes pero que no conoce muchos casos en los que estén en paro y se han adaptado para pasar del sector de la construcción a los servicios o la agricultura. "Si hay voluntad en España se consigue trabajo", interpreta.