Daya Vieja estará de fiestas hasta el próximo fin de semana, y ayer celebró uno de los actos más significativos y tradicionales de los festejos locales. El Pasacalles de la Caña, que se remonta a 1901, reproduce el proceso para obtener fondos para las fiestas: Los mozos del pueblo recorren las veredas y caminos de la huerta cargados con cañas y troncos al hombro, al son de la dulzaina y el tamboril, y tocando a cada puerta van recogiendo los donativos de los vecinos.

Las aportaciones no son económicas, sino que más bien suelen ser animales vivos (sobre todo conejos, gallinas y pollos) que antiguamente se trasladaban colgando atados de las cañas y que hoy en día se llevan en jaulas para evitarles el sufrimiento del transporte.

Actualmente su destino es ser los trofeos en las competiciones organizadas a lo largo de la semana en honor a la Virgen de Monserrate. El programa incluye hoy la final del trofeo de futbol 7 a las 18 horas y el torneo de pique femenino a partir de las 18.30 horas.