El portavoz del equipo de gobierno del Ayuntamiento de Bigastro, Aurelio Murcia, admitió ayer que el departamento municipal de Hacienda había enviado el último día del pasado mes de agosto "y por correo certificado" la liquidación de cuentas de 2010 al Ministerio de Economía. Como ya publicó ayer este periódico, el Gobierno ha decidido congelar los pagos que realiza a aquellos municipios que a 31 de julio no hubieran enviado este informe. En la comarca de la Vega Baja, según un documento público del propio Ministerio, sólo había dos casos, el de Bigastro y el de Benejúzar, de ayuntamientos en esta situación, mientras sí aparecían otros, como Orihuela, pese a que se enviaron los primeros días del mes de agosto, también fuera de plazo.

Murcia tenía una justificación más que suficiente para no haber realizado este trámite que exige la Ley de Economía Sostenible porque realmente la documentación tenía que haber llegado al Ministerio de Economía el 31 de marzo. En esas fechas aún gobernaba el PSOE de Raúl Valerio Medina. El Gobierno dio un plazo de cuatro meses más, a modo de ultimátum, a los más de 5.000 municipios de todo el país que por entonces no habían presentado la liquidación. Dicho periodo expiró el 31 de julio y se les hizo saber que los que no pagaran no cobrarían más de los fondos que reciben por aquellos impuestos que recauda el Estado.

San Joaquín

"Aquí se ha trabajado desde que entramos hace un mes en el equipo de gobierno a tope, pero era prácticamente imposible hacerlo en menos tiempo -explicaba Aurelio Murcia, quien culpa de la situación al PSOE-. Por trabajar se trabajaron todos los días, hasta San Joaquín (el patrón de Bigastro)". El edil no se mostraba muy preocupado por las repercusiones que pueda tener en los ingresos que recibe el Ayuntamiento este retraso en la entrega de la documentación, "¿para qué?, estamos embargados por la Seguridad Social, a la que debemos 960.000 euros, y por Hacienda, que nos reclamó 760.000 euros más. Los problemas del municipio son otros y estamos trabajando para que vuelvan a funcionar con normalidad los servicios básicos. Los chiquillos (refiriéndose al equipo de gobierno socialista que dirigía el joven Raúl Valerio) no han dejado ni un euro para poder sacar esto adelante".

El diario intentó conocer ayer la opinión del alcalde del municipio de Benejúzar, Antonio Bernabé, sin conseguirlo.