Los vecinos de La Torre II, en Rojales, están en pie de guerra y se dedican estos días a recoger firmas y alegaciones contrarreloj para evitar la inminente apertura de una clínica para tratar adicciones en la calle Fausto Cartagena. Exponen que se trata de un área residencial de nueva creación en la que viven mayoritariamente familias, y que un centro de estas características debería estar en la periferia de la localidad porque podría generar situaciones de inseguridad.

Vecinos como José Antonio Sempere, Alberto Jerez o Anthony Mendel se oponen de plano a que los pacientes con distintas adicciones y enfermedades mentales que pudieran ser usuarios de esta clínica se alojen en su barrio, y consideran que se devalúan sus casas y que la zona dejará de ser segura.

Según relatan, el edificio se construyó hace unos cuatro o cinco años pero no se vendió ninguna de las viviendas, y ahora una empresa privada "ha aprovechado la coyuntura urbanística" para adquirir el inmueble entero y destinarlo a una clínica en la que se tratarán todo tipo de dependencias con programas de internamiento.

Meses

Sostienen que hace unos dos meses advirtieron obras en el edificio y que después se ha ido introduciendo mobiliario, pero no fue hasta el pasado viernes que recibieron -sólo en algunas casas- una notificación del Ayuntamiento que les informa de que "se ha solicitado la concesión de licencia" para poner en marcha esta clínica y se les da un plazo de 20 días para "formular observaciones".

Los vecinos se muestran angustiados porque la concesión de licencias se ha llevado "con secretismo" y "no hay medidas de seguridad" en la finca. Hoy mantendrán una reunión (el barrio no cuenta con asociación de vecinos constituida) y esperan ser recibidos en el Ayuntamiento. Subrayan, asimismo, que el director de la clínica anuncia en internet que abrirá el 1 de agosto, cuando ni siquiera habría pasado el plazo para alegaciones. Amenazan que en ese caso organizarán protestas y denunciarán si el centro opera sin licencia, y están tratando de involucrar a todos los vecinos colgando carteles y visitándoles puerta a puerta. De hecho, dicen que el 100% de los residentes está en contra del centro.

El médico de conductas adictivas que solicita en representación de "Romargovi SL" la licencia de actividad para la clínica en el Ayuntamiento mantiene un blog en internet cuya última entrada -firmada el martes- reproduce una entrevista en la que anuncia que la clínica para conductas adictivas y psiquiatría "Victoria 94" abrirá el 1 de agosto bajo su dirección, y en ella "los pacientes podrán disfrutar de "spa", pistas de tenis o gimnasio profesional", del cercano campo de golf, además de "suites, piscina, salas de lectura, paseos exteriores o terraza "chill out"".

Añade que se tratarán adicciones comportamentales o a sustancias y enfermedades mentales, que la clínica nace como un centro privado pero que no descarta convenios con administraciones públicas o que se podrá acudir a ella en estadios iniciales de consumo de drogas o con adicciones avanzadas (para lo que se podrá ingresar en régimen cerrado).