La Conselleria de Infraestructuras y Transportes de la Generalitat Valenciana ha desestimado el proyecto de mejora de la carretera CV-870, que enlaza el municipio de Benferri con la pedanía oriolana de La Murada, que databa de 2009, y del que ni tan siquiera se había realizado los preceptivos estudios básicos, de impacto ambiental y de integración paisajística. Dicho proyecto incluía un informe desde la misma conexión de la provincia con el límite de Murcia, a través de la autovía A-7 y pretendía mejorar uno de los principales puntos negros de la comarca de la Vega Baja y que tiene un importante tráfico de vehículos pesados.

El 4 de septiembre de ese año el entonces conseller de Infraestructuras, Mario Flores -cesado el martes por el presidente Camps para dar paso a una remodelación del Consell tras las últimas elecciones autonómicas- aprobaba el expediente del que tres meses más tarde se cerró el plazo de presentación de ofertas.

Limitaciones

En una de las últimas decisiones de Flores como conseller, acordó renunciar al proyecto por "limitaciones presupuestarias", una de las pocas justificaciones que le permite la Ley de Contratos del Estado y que se puede considerar como algo inusual si se tiene en cuenta que se supone que en 2009, cuando se autorizó, sí habría partida presupuestaria, al menos, para iniciarlo.

La Generalitat Valenciana tiene ahora que indemnizar a los candidatos o licitadores por los gastos en que hubiesen incurrido, algo de lo que no informó ayer la Conselleria de Infraestructuras y Transportes.