Separaciones matrimoniales "de conveniencia". Alquileres de viviendas que no llegan a ocuparse ni un par de meses, lo justo para conseguir el empadronamiento en la zona deseada. O trabajos "de pega" en centros escolares. Son algunas de las supuestas "argucias" empleadas a la hora de solicitar matrícula en algún centro escolar de Infantil de Orihuela. El objetivo es arañar puntos de donde sea. Cuantos más, mejor.

Un grupo de padres oriolanos quiere demostrar las supuestas irregularidades que se producen en el proceso de matriculación de escolares en determinados colegios públicos y concertados de la ciudad, a través de una investigación realizada por una agencia de detectives.

Es una investigación incluida en un procedimiento abierto por un despacho de abogados de Alicante por encargo de varias familias que después de solicitar la escolarización de sus hijos de tres años, se muestran "indignadas" por el proceso seguido en la admisión de alumnos y "los trucos" utilizados para entrar en determinados centros educativos, en algunos casos con la supuesta connivencia de los centros.

Entre los más habituales figuran la supuesta falsificación de la zona de residencia para optar a la variable de mayor puntuación -por proximidad del domicilio al centro escolar se conceden cinco puntos-, la acreditación de procesos de separación que no lo son en la realidad, e incluso la contratación por parte de los colegios de personas que pueden obtener así la máxima puntuación para sus hijos por ser empleados, sin trabajar realmente en el centro.

Según estas indagaciones, se habrían detectado en los dos últimos años "hechos fraudulentos" en la acreditación de los requisitos necesarios para obtener puntuación, así como en la baremación de algunos de los niños aspirantes.

Frecuentes son los casos de padres que aportan documentación de residencia en la zona de influencia del centro sin ser su domicilio familiar real, mediante prácticas que van desde el empadronamiento en viviendas de familiares o conocidos, hasta el alquiler temporal de inmuebles cercanos al colegio. Hecho que contrasta con la gran cantidad de autobuses escolares que se desplazan desde otros municipios transportando alumnos que no residen en la ciudad y que muy difícilmente podrían acreditar ese requisito de proximidad que otorga la mayor puntuación.

A los colegios concertados llegan así autobuses escolares no sólo desde cualquier pedanía de Orihuela, también desde poblaciones como Bigastro, Redován, Callosa de Segura, Torrevieja, Orihuela Costa, Ciudad Quesada-Rojales e incluso de municipios de fuera de la provincia como Beniel o Barinas-Abanilla.

Mientras, otras familias, que residen en el centro de Orihuela, se ven obligadas a escolarizar a sus hijos en colegios de otras circunscripciones, alejados de su residencia habitual y que les puede llevar a pedanías como La Aparecida, Molins, Arneva, Hurchillo o Desamparados. Se produce así un éxodo escolar desde la ciudad de Orihuela a su periferia que se traduce en varios kilómetros cada día para los alumnos, situación que provoca en algunas familias graves problemas de conciliación con el trabajo.

Estrategias más extremas para conseguir plaza escolar en el centro deseado pasarían incluso por la iniciación de trámites legales de separación para conseguir medio punto más en la baremación al dividirse el nivel de renta y ser mucho menor este para padre y madre cosa que ocurre aunque se mantenga la convivencia con normalidad.

Sin cotejar

Según recoge el informe de investigación realizado, ninguna de estas situaciones se estaría cotejando habitualmente por la dirección de determinados centros educativos, que tan solo atienden a la documentación que les ponen encima de la mesa y que después será supervisada en los consejos escolares por profesores y padres de alumnos, aunque antes de llegar a esa reunión ha sido orientada y revisadas por los equipos directivos.