Tocar el claxon para celebrar que el equipo de fútbol preferido ha ganado la Copa del Rey tiene precio: 30 euros. Es la sanción que tuvo que pagar una joven por festejar, al igual que muchos otros conductores oriolanos, que el Real Madrid ganó el título. Su padre, Alfonso Carlos Martínez, explicó que su hija cogió el coche a las 0.58 horas del 21 de abril para celebrar que su equipo había ganado la Copa del Rey.

Semanas más tarde, llegó una notificación en la que se le informaba de que había sido sancionada con 60 euros -30 si pagaba la multa dentro del pazo fijado- por "hacer uso inmotivado o exagerado de las señales acústicas". El lugar donde se cometió la infracción es el número 20 de la avenida Duque de Tamames. Estas señas corresponden a la rotonda que hay en la intersección entre la mencionada vía y la avenida Teodomiro, lugar elegido habitualmente por los forofos de varios equipo de fútbol para celebrar las victorias.

Según consta en la notificación de la multa, ésta no se dio a conocer en el acto por el agente que la firmó, por lo que la conductora tuvo conocimiento una vez se le envió a su casa a través de Suma, el organismo que gestiona las sanciones de tráfico denunciadas por la Policía Local. De este modo, Martínez lamentó que el policía que denunció a la joven no se acercase a ésta para avisarle de que no estaba permitido tocar el claxon y se preguntó si al resto de aficionados que lo estaban haciendo en ese momento también fueron sancionados.

Martínez y su hija acudieron a la Jefatura de la Policía Local para intentar evitar la sanción. Una vez allí, el agente les propuso rellenar "un pliego de descargo" con el que, según el afectado, "querían quitarnos de en medio". Así, la sancionada y su padre decidieron volver a casa y pagar la multa. No obstante, la joven registró un escrito en el Ayuntamiento en el que acusó a la Policía Local de "no actuar como un verdadero profesional".

"Yo me marcho"

"Si el agente se me acerca y me dice que me vaya y que no toque el claxon, yo me marcho. Pero no se acercó ni me notifico nada", señala la joven en el escrito. "Mi queja es por no haberse acercado el agente y haberme notificado la prohibición de las celebraciones", añade.

Con esto, los afectados denunciaron la falta de profesionalidad de la Policía Local de Orihuela por no avisar en el momento a la joven de que estaba incumpliendo la normativa. Otras ciudades también han sido escenario de este tipo de sanciones, como Barcelona, en la que un conductor fue multado en seis ocasiones en solo 35 minutos por celebrar el pase de la Selección Nacional de fútbol a la final del Mundial, o Tudela, donde 33 personas fueron denunciadas por hacer lo propio con el triunfo del Barcelona en la final de la Copa de Europa de 2009.