La urbanización Lomas de la Juliana fue proyectada hace algo más de treinta años y aglutina unas ochenta y cinco parcelas en las que se pueden encontrar setenta y cinco casas que podrían calificarse de lujo, siempre que no se tuviera en cuenta el espacio que las rodea.

Nada más entrar a la urbanización se descubre que algo falla al encontrar un agujero en el firme capaz de poner a prueba la suspensión de un vehículo. Al recorrer sus calles se puede encontrar contadores de la luz abiertos, farolas a las que han tenido que quitarles los cables para evitar cortocircuitos los días de lluvia, o solares con un matorral que están tan alto que sirve como refugio perfecto para los roedores.

Si bien los vecinos ya consiguieron que se instalara el alcantarillado, a día de hoy esta reforma se distingue perfectamente entre el resto de la calle. Un surco central de asfaltado se diferencia de los laterales, en los que la primera capa de pavimento se ha soltado, en forma de grandes pedruscos, y crea un peligro para todos los que se aventuren a acercarse por allí sobre vehículos de dos ruedas, debido a la inestabilidad que supone el firme y al riesgo de sufrir una caída. Además, en determinados sectores se han formado socavones que algunos vecinos han tenido que tapar acometiendo obras pagadas de su bolsillo, ya que temían por lo que sufría la amortiguación de su vehículo.

Otro de los problemas que denuncian hace referencia a la iluminación pública, cuyos cables pasan a través de una acometida que sufría constantes cortocircuitos, bien porque fallaba con la lluvia, bien porque la mordisqueaban los roedores. Además de las molestias, esta situación generaba un alto grado de inseguridad en el vecindario.

La solución que se buscó para solventarlo fue retirar el cableado, por lo que la alimentación de las farolas se hace ahora a través de cajas que se han incorporado al propio palo de la farola. Esta situación provoca que frente a todas las casas haya una línea de cables que se levanta a unos cinco metros del suelo y que afea el aspecto final de la urbanización, además del peligro que conlleva el que los cables caigan al suelo o cedan por la entrada de vehículos altos.

Inseguridad

Los vecinos aseguran que están enfrentándose casi a diario con problemas de hurtos debido a lo aislada que se encuentra la urbanización y a la proximidad con zonas de huerta. La situación les fuerza a gastar grandes cantidades de dinero en alarmas perimetrales y sistemas que les ayuden en caso de robo. Por eso, reclaman la vigilancia de la Policía Local y de la Guardia Civil como medida disuasoria antes la posible amenaza de las bandas organizadas.

"Se han hecho mejoras y hay un proyecto"

El concejal Álvaro Ferri -responsable del área municipal de Urbanismo en la legislatura que acaba el próximo mes de junio- explicó a este diario, en relación con las quejas y denuncias de los vecinos de esta urbanización de Almoradí , que desde 2006 se han venido realizando mejoras en la zona; inversiones que "existen aunque no se vean", explicó el edil.

En este sentido, hizo referencia a la colocación de alcantarillado o agua potable, además de algunos "parches" en el asfalto con los que se intentan mantener en condiciones la zona. El Partido Popular incluyó un punto dentro de su programa electoral donde expresaba su voluntad de reurbanizar toda la zona, proyecto que, según Álvaro Ferri, ha sido valorado en cerca de medio millón de euros y que, debido a la situación financiera del Ayuntamiento, se abordará en dos fases para las que se está buscando financiación. H. MAZÓN