Lejos de estar cerrada, la polémica sobre el paso de camiones para construir la vía de Alta Velocidad a través de la pedanía oriolana de Desamparados ha vuelto a resurgir con fuerza. Un grupo de unos 60 vecinos ha constituido la "Plataforma de Afectados por las Obras del Ave" al comprobar cómo los vehículos de gran tonelaje vuelen a atravesar la pedanía, sus veredas y caminos vecinales. Y eso, pese a que el último capítulo de esta reivindicación que tiene a los vecinos en pie de guerra fue que el edil de Urbanismo, Antonio Rodríguez Barberá (PP), prohibió a la empresa adjudicataria de los trabajos, Construcciones San José, que los camiones pasaran por la Vereda Liorna y el Carril Casiaro.

Aquello fue hace apenas 15 días, en campaña electoral, y los residentes aseguran ahora que "nos han tomado el pelo, nos han engañado y la gente se está poniendo nerviosa porque se han llevado los votos y han vuelto a aparecer los camiones. Ha sido una estrategia política pura y dura y no han tenido la decencia de esperar ni una semana, sólo 48 horas después de votar". Quien así expresa la indignación e impotencia de los vecinos es el presidente de la plataforma, Raúl Masegosa, que insistió en que no tienen interés político.

Hasta ahora, la lucha contra el paso de los camiones la ha llevado la Asociación de Vecinos de Desamparados, presidida por Roberto López (candidato a concejal por el PP que ha resultado electo). Esta asociación sacó a la calle varias veces a decenas de vecinos para cortar el paso a los camiones, y finalmente consiguió el apoyo del área de Urbanismo, que comunicó a la empresa que se ponía del lado de los vecinos y no autorizaba el paso de más camiones.

Sin embargo, Masegosa informó ayer en nombre de la plataforma de que los camiones de San José reaparecieron el martes y se suman los de "Sacyr", que trabaja en la Vereda Buenavida. Sólo en la mañana de ayer los vecinos contaron más de 150 vehículos de gran tonelaje. Sus protestas siguen siendo las mismas: Generan polvo y ruido, bloquean la circulación por la pedanía y están destrozando el asfalto y hundiendo el firme hasta el punto de que han aparecido grietas en las viviendas cercanas a la calzada.