Un incendio declarado de madrugada en una habitación de la Residencia de la Tercera Edad de Orihuela, junto al Convento de San Francisco (calle Espeñetas), obligó ayer a desalojar a 55 ancianos de sus habitaciones a las 3.15 horas. Las llamas causaron un herido grave por quemaduras (el único ocupante de la habitación) y también se vieron afectados por inhalación de humo tres policías nacionales y dos locales, así como tres auxiliares sanitarios del centro que socorrieron en un primer momento al residente herido y que fueron atendidos por los servicios sanitarios en el lugar por intoxicación o por crisis de ansiedad. Los ocho heridos tienen edades comprendidas entre los 22 y los 34 años, según Efe. Tres de los cinco agentes fueron dados de alta ayer por la mañana y a lo largo del día también los dos restantes, que habían quedado en observación.

Por su parte, el usuario de la residencia -un hombre de 60 años con "complicaciones patológicas", detallaron fuentes del centro, y de nombre Santiago- fue derivado a la Unidad de Quemados del Hospital General de Alicante y posteriormente ingresado en la Cuidados Intensivos con quemaduras de primer y segundo grado en brazos y piernas, tal y como informó ayer la Conselleria de Bienestar Social. Personal de la residencia se puso en contacto inmediato con la familia, que acompaña al herido desde el primer momento en el Hospital.

Aunque las causas del incendio están siendo investigadas, todo apunta a que se inició cuando un cigarro mal apagado prendió el colchón. En la Residencia está prohibido fumar, recordaron ayer los empleados, pero al parecer el ocupante de la habitación 212 encendió a escondidas un cigarro y posiblemente se quedó dormido sin apagarlo completamente, apuntaron desde el Ayuntamiento de Orihuela y la Dirección de la residencia, que gestiona la empresa El Castillo y que se conoce como "Residencia Montduver".

Alarma

En cuanto comenzó a salir humo se activó la alarma y acudieron varios empleados que lograron sofocar las primeras llamas con extintores, pese a que ya habían comenzado a extenderse por la habitación y la ropa del herido, quien al parecer se quemó las manos tratando de apagar el fuego. El personal de guardia (cuatro personas por la noche), comenzó entonces a evacuar a los 55 ocupantes de las 28 habitaciones de la primera planta y activó el protocolo interno de emergencias. Así, se convocó de urgencia al 50% de la plantilla (63 personas) que estaba fuera de su horario laboral, y en menos de una hora acudieron una veintena de empleados a colaborar.

El aviso se recibió a las 3.18 horas en el 112 y acudieron tres dotaciones de la Policía Nacional, varias patrullas de la Policía Local, tres vehículos y dos autobombas de los parques de Bomberos de Orihuela y Almoradí, con 13 personas entre mandos y efectivos. Además se reclamaron todas las ambulancias disponibles en la zona, y a los pocos minutos estaban disponibles un SAMU y seis unidades de TNA (Transporte No Asistido).

Una de las primera medidas, que evitó que las llamas y el humo se extendieran, fue cerrar la habitación, que quedó aislada por una puerta contra incendios. Según fuentes de los Bomberos, se comprobó que "el incendio se encontraba confinado y no existía riesgo de propagación", por lo que colaboraron en la evacuación de los internos. Una vez a salvo en la planta baja, apagaron el incendio y ventilaron todas las estancias para eliminar restos de humo. Sobre las 4.30 horas todos los residentes pudieron volver a sus habitaciones, excepto el herido. El último camión de Bomberos llegó de vuelta al parque a las 5.42 horas.

La Dirección de la residencia, que pertenece a la red pública de la Conselleria de Bienestar Social, declinó el ofrecimiento del Ayuntamiento de poner en marcha el plan de albergues de la ciudad, puesto que sólo se vio afectada por las llamas una habitación y parte del pasillo de la primera planta.

"El protocolo de evacuación funcionó como un reloj"

La directora territorial de Acción Social, Mayores y Dependencia de la Conselleria de Bienestar Social, Pilar Albert, se desplazó ayer a Orihuela para conocer el estado en que se encontraban los casi cien usuarios de la residencia. Posteriormente tenía previsto visitar al herido en el Hospital General de Alicante, aunque no fue posible porque estaba ingresado en la Unidad de Cuidados Intensivos. Pilar Albert destacó ayer que "el protocolo de evacuación ha funcionado como un reloj" y que prácticamente una hora después del incendio todos los internos pudieron regresar a sus habitaciones. También subrayó que el personal acudiera de urgencia para colaborar en la evacuación, y que los Bomberos y los sanitarios respondieron al aviso muy rápidamente.

Por su parte, la subdelegada del Gobierno en Alicante, Encarna Llinares, mencionó ayer que el fuego se inició por una "causa fortuita" y apuntó a la hipótesis del "cigarrillo mal apagado".